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23 noviembre 2025

(₸X) Razones psico-sociales del atractivo de los famosos



Se dice en los ámbitos especializados que los medios de comunicación, otrora conocidos también por los “mass media”, son los instrumentos de control social por excelencia. No obstante, y aunque al respecto existan pocas dudas, conviene precisar tal afirmación, pues mi labor como “buceador” de la objetividad no ha de ser simplificar los contenidos, y sí hacer un análisis riguroso de los mismos. Sería absurdo, por tanto, presentar como ciertos tópicos radicalizados a su favor o en su contra. En efecto, son los “mass media” los que a través de la potenciación de una serie de valores como atractivo físico, popularidad, estatus económico (ostentación, lujo, comodidad desmedida, etc.), y otros; mitifican a una serie de personajes, presentándolos al mismo tiempo como modelos a imitar. Y hay en ello muchas veces un verdadero trueque en la jerarquía de valores, anteponiendo gratuitamente -por ejemplo- el estatus o el atractivo físico, al valor intelectual de las personas. Pero no es en el medio donde radica la presunta maldad (por más que muchas de sus producciones nos parezcan ridículas), sino más bien en la utilización que de él se haga y las consecuencias que de ello se deriven. Bajo esta perspectiva, los “mass media” serán una realidad más que habremos de tolerar y al mismo tiempo aprovechar. La cuestión es cómo afrontar las influencias que dichos medios ejercen sobre nosotros. Así, ni los “mass media” son manipuladores, embrutecedores, etc.; ni son la panacea de las sociedades modernas que forman y hasta elevan el nivel intelectual del receptor. No. Todo depende. Y depende siempre de la actitud de quienes reciben el bombardeo de información, dando por supuesto que hoy en día el estar informado es un bien.

Las diferentes conductas que se pueden adoptar ante estos medios las podemos categorizar, siguiendo a David Riesman, en dos clases. Unas serían las propias de los individuos “introdeterminados”, entre cuyas preocupaciones están la seguridad material y la adaptación a las circunstancias de forma adecuada, tanto individual como socialmente organizados. Otras corresponderían a los “extradeterminados”, ocupados sobre todo en la adaptación a las otras personas (aunque afronten las propias circunstancias de forma precaria), en doblegarse sin autocrítica a las nuevas ideas y modas, en estar de acuerdo con la mayoría (“fundirse en la multitud”), etc. Todo ello con una actitud absolutamente tributaria de los medios de comunicación que los informan, forman y “deforman”; es decir, modelan y perfilan sus comportamientos de manera determinante.

Esta sociedad nos exige ser fundamentalmente “extradeterminados”, pues de otra forma perderíamos no sólo el sentido de realidad, sino también el de integridad para la supervivencia (aprovechar en beneficio propio lo que tales medios nos ofrecen), y así mismo el de modernidad en su sentido auténtico (no en su constreñido significado de “tecnología punta”). Sin embargo, entre las categorías reseñadas puede distinguirse una tipología de personajes cuyos comportamientos estarán más cerca de una u otra. Así, podemos hablar de individuos “racionalmente críticos”, de individuos “resentidamente críticos” y de los “acríticos” o papanatas. Los “racionalmente críticos” se caracterizan por un conformismo -o inconformismo- consciente y selectivo, expresado en conductas adaptativas, que no siempre querrá decir adaptadas. Serían los modelados con autorretoques, más bien “introdeterminados” y críticos. En el substrato psicoanalítico habría un yo-ideal realista. Los “resentidamente críticos”, o modelados a puñetazos -si se nos permite la figura-, son de un inconformismo resentido y radical. Se aferrarán a todo tipo de violencia, olvidando (muchas veces gravemente) que la supervivencia individual y cósmica pasa de forma ineludible por la sociabilidad y la tolerancia. En el transfondo psicológico habría un yo-ideal vengador, que actuaría de forma contraria o antitética a los modelos presentados por los medios. Se definirían también como los “extradeterminados contrainfluenciados”. Por último, nos referiremos a los “acríticos” o modelados sin autorretoques. Su principal rasgo es un conformismo "extradeterminado" y autodefensivo. 

Los manuales de Psicología Social dicen del conformista que se caracteriza por ser intelectualmente poco eficaz, poco maduro en sus relaciones sociales, más rígido y autoritario, así como más necesitado de aprobación social que el no conformista. La mayor preocupación del sujeto “acrítico” no es ya la inseguridad material (que también) o la adaptación a las circunstancias, sino la adaptación a las otras personas. Éstos son los más influenciables y, en general, suelen haberse creado la necesidad de aprobación social por la vía simplona de aparentar estatus similar al de los adulados, o bien de formar parte de grupos “in” o de corrillos políticos de grupos generalmente mayoritarios, donde no son sino simple número. Ellos son la viva expresión del abismal paso dado de la era de la producción, a la era del consumismo total e indiscriminado que les lleve -siempre- a ganar consideración y prestigio social. Y digo de su conformismo que es autodefensivo, por cuanto su escasa capacidad crítica, de iniciativa original y su deficiente capacitación global los convierte en individuos eternamente insatisfechos (frustrados, a pesar de su terreno y casita de campo), cuya identificación es a través de un yo-ideal iluso. Son la chusma. Ésa que acepta como bueno que le emplumen un estricto problema de algún político con la justicia, no siendo en absoluto ni responsables ni beneficiarios. O aquélla que se escandaliza de una pelea de lucha libre infantil consentida, y no sólo no mueve un dedo, sino que también desprecia a una heroinómana sin hogar. O ésa otra tan estúpida que juzga con regocijo un divorcio de cualquier “pavo” famoso y critica sarnosamente el de su vecino. O muchos de ésos otros que van detrás de pancartas con lemas que debieran importarles un pimiento (o la huerta entera), pues a la mayoría de oficiantes que se manifiestan no les traerá ventaja alguna. Por supuesto que hay excepciones, y éstas son algunos casos concretos donde las pancartas rezan lemas donde se reclaman salarios atrasados o donde se defiende un trabajo concreto, siempre y cuando -claro está- los sindicatos establecidos tengan un papel secundario, aunque anden de por medio. En fin, tantas otras expresiones de gregarismo insoportable….

De lo expuesto hasta aquí deberá inducirse que es necesario encarar las influencias de los “mass media” con filtro “introdeterminador” y racionalizador. Se ha de ser críticos, constructivamente críticos hasta con la democracia, por cuanto nos ha demostrado -por ejemplo- que la justicia no es igual para todos. Por otra parte -no se olvide- quienes con más vehemencia griten incondicionalidades a su adulado, más limitados y hundidos en su miseria mental suelen ser, o llegado el momento serán los primeros en lanzar la primera piedra y en no socorrer al que con vilipendio cae de su pedestal. También conviene reflexionar sobre quién es más necio, el marginado que vocifera su drama en la calle, o el imbécil arrastrado que aparenta estatus, o dice formar parte de grupos “in” o de corrillos políticos. Entre el fariseo necesitado (de pasar necesidad, sin ser muerto de hambre), conformista e hipócrita; y la chusma violenta, ideologizada o no, me inclino por los últimos pues, con dignidad muchas veces, al menos vengan su drama. Al fin y al cabo, esta sociedad ha de recibir escarmiento y castigo de alguno de sus propios abortos. Y ellos pueden y deben despertar nuestra conciencia crítica, en estos tiempos drogada por un anestesiante sentido democrático, o por tanta tecnología punta.

Fin
El mundo según el Diantre Malaquías

05 noviembre 2025

LUMBRERAS. CRITERIOS DE EVALUACIÓN EN LAS UNIVERSIDADES CATALANAS PARA EL CURSO ACADÉMICO 2019-2020 (Y SUCESIVOS, YA PUESTOS...).


A las "amebas del paraninfo" de las universidades catalanas (brazos ortopédicos, extensibles y mecánicos de los CDR), si presentan a sus profesores certificaciones de comportamientos de pacifismo callejero le serán aprobados los pertinentes créditos académicos, incluidos los de cirugía cerebral para recolocar sesos. Véase cómo quedan los criterios de evaluación:

-A 5 certificaciones por corte de carretera nacional o asimilables, vías férreas o el bloqueo en estaciones de trenes o autobuses por un día completo le corresponderá el aprobado semestral de 1 crédito.

 

-A 10 certificaciones de corte de carretera nacional o asimilables, vías férreas o el bloqueo en estaciones de trenes o autobuses por un día completo le corresponderá el aprobado de 1 crédito por el curso completo.

 

-A 1 certificación por quema de 30 contenedores y el resto del mobiliario urbano del entorno de una manzana y sus plazas adyacentes supondrá el aprobado por un semestre de la mitad de créditos del curso.


-Si el desastre precedente abarca al menos 4 manzanas con sus plazas adyacentes y sucede en el centro urbano o, en su defecto, acontece al lado de un cuartel general de la policía o de la guardia civil o del ejército, etc.; tal audacia supondría el aprobado de la mitad de créditos para el curso completo.

 

-La certificación de 5 agentes del orden espachurrados en medio de la calzada por lanzamiento de rocas graníticas o por lesiones con motosierras, etc., pero sin que haya supuesto peligro para sus vidas; valdría el aprobado del semestre para todos los créditos del curso completo.


-Finalmente, todos los créditos propios del curso y por el curso completo se darán por aprobados si se aportan certificaciones de al menos 1 agente del orden con los sesos a punto de rodar por la calzada antes de ser recogido con gran dificultad por la ambulancia, certificaciones estas contrastadas con informes de los hospitales correspondientes, que la sanidad pública de aquí se sentirá honrada de colaborar con esta chiquillería tan volcada con la cosa.

 

Todas las certificaciones han de tener la caución CDR, para lo cual los magnates de la revuelta (ya deberían conocerlos) se encargarán de organizar los equipos de evaluación con todas las garantías de auténticos "pacifistas" callejeros y otros luchadores por la libertad.

Así, sin más complicaciones, no se les vayan a enrevesar las mentes a esta pandilla de tan doctos profesores y decanos, de quienes ya pueden imaginar su nivel teniendo como referente al Calderilla Intelectual, que el tal de nivel, nivel va 'sobrao'.

 

Notas aclaratorias: Tomen buena nota las "amebas del paraninfo" para dedicarse con ahínco a estas delicadas ocupaciones académicas.
La calificación de los aprobados será siempre de suficiente como expresión de la socialización e igualdad del proceso dentro del otro proceso de entre más procesos.

Los muertos no cuentan, porque la reivindicación ha de ser pacífica. Tomen también nota decanos, vicedecanos, supradecanos, becanos y el resto de pacíficos ciudadanos.

Infame sociedad ésta. ¡¡¡¡Y -qué gravísimo- no se dan cuenta!!!! ¿O no toman conciencia, lo cual es en extremo igual de grave? En fin...

¡¡¡¡VIVA LA AMNISTÍA!!!!  

27 octubre 2025

MÁS DE MIS MUNDOS Y YO (Fragmentos de archivos literarios)


      Mi pueblo. Aunque no literalmente, citaré a modo de introducción un pasaje del Nuevo Testamento: ¿Veis las avecillas del campo?, ni siembran, ni siegan, ni vuelan todo el día con sus portátiles colgados en sus alas. Sin embargo, la Providencia abastece sus despensas.

Por supuesto. Con tan generoso representante celestial en mi pueblo, estos gráciles seres alados que nos cagan encima no sólo no pasan hambre, sino que hasta más de uno habrá podido caer fiambre de puro empacho y/o gula. Y es que tan dadivoso valido del cielo, portador de hisopos y siempre próximo a los ministros de Dios y sus casullas; él solito se encarga de ejercitar al dedillo y con creces tamaña providencial función. Sencillamente, de un día para otro, las calles de mi pueblo aparecen cual inmensos graneros, a los que acuden gozosas aves propias del lugar de todo tipo y calaña. Trincan hasta llenar el buche y, ante semejante abundancia, despegan y marchan sin mayor preocupación. Por la noche volverán las oscuras golondrinas y las demás. Todo -y les sobra tiempo- mientras no aparezca un tropel de tractores, a cual más potente, y larguísimos camiones retorciéndose por las estrechas calles de mi pueblo; para llevarse y traerse (o al revés, o qué sé yo) el grano a tampoco yo sé dónde. Aun así, como prolijo botín de la cosecha y hasta de su afortunada existencia, quedan esparcidas por doquier (y doquier es también la carretera) infinitas semillas del a/dorado cereal. No hay tragedia. La misión pastoral continúa sin novedad, mi Señor. Ni siquiera lo que a algunos pueda parecerles un pequeño inconveniente, en realidad no es tal. ¿Quién puede negar que el equilibrio ecológico no sea igualmente un designio de Aquél?. Y eso es cuanto sucede con los pajaritos entrañablemente despanzurrados sobre el asfalto. Por golosos en plena calzada y en hora punta.

Considérese pues al coche el metálico y furibundo predador del pardal pardillo. Y no se me queje nadie de no poder dormir con tanto vehículo ni siestas, ni mañanadas, ni vísperas, ni maitines; que algunos quejicas de hoy bien disfrutaban cuando niños viendo pasar aquellos camionacos cargados de remolacha, para lo cual hubieron de arañar los cristales de la escuela que en su momento se pintaron de blanco para no distraernos con tanto ajetreo circulatorio. Ahora, en esta época de tanto solaz y rapacería, los menores tienen la oportunidad de disfrutar con descomunales camiones topeguay y hasta con descamisados y musculosos camioneros pecholobo. Lo de menos es cuestionar la legitimidad y la legalidad (humana, faltaría más) de este allanamiento exento de impuestos I.A.E. (lo de almacenar el grano esparcido por el suelo público para un negocio privado), pues una ley divina, como lo es la supervivencia de las aves alimentadas por la Providencia, siempre tendrá prioridad sobre cualquier otra ley humana. Quede clarito. Esa horda de agnósticos y ateos no harán temblar su firme brazo (bueno, no siempre) de autoridad terrenal, sí; aunque investida desde el Más Allá, o sea, por la gracia de Dios. Ay, si el ínclito prócer capaz fuese de descifrar la más elemental de mi críptica semántica, antes de bendecirme con su tan familiar plegaria de “rocíame con hisopo y seré puro”, me correría a hisopazos al son salmodiado e imprecatorio de…”ahostiarete con el hisopo hasta abrirte el cráneo y dejarás de ser puro.”. Él, por supuesto, en funciones de ministerio pastoral.

Más sobre mi pueblo. Escribir sobre las obras en mi pueblo excita (con perdón) mis meninges y hasta mi azotea toda. Las neuronas bullen en mi olla de aquí arriba con libidinosa alegría y lujuria mental. Para colmo, en algún caso, los protagonismos con los respectivos protagonistas son repes. No puedo librarme de su sombra.

Desde inmemoriales tiempos, las obras en mi pueblo han venido realizándose de forma tal, que siempre quedan abiertas perspectivas de trabajo de cara a un futuro no muy remoto. Ya se sabe, el trabajo será un derecho, estupendo, pero hoy es un bien escaso, por tanto se trata de fomentarlo. Nada de migajas, sino faenas de envergadura y atractivo presupuesto. El alcantarillado ha sido reubicado al menos dos o tres veces, todo por no estimar (a sabiendas, es obvio) primero las peculiares condiciones del ya entonces (y aún hoy) previsto encementado (vaya por Dios), después el paso de vehículos de gran tonelaje, etc. El caso es mantener en todo momento una bolsa de empleo rebosante de ofertas. Por el bien mayor o menor de todo el vecindario. Incluso en la actualidad las posibilidades de este proyecto en la generación de empleo son próximas al infinito. No sé si existe un mapa de las canalizaciones  subterráneas, pero de haberlo con toda certeza es falso (para despistar), de manera que cualquier máquina excavadora venida al pueblo para la más elemental tarea te hace un roto en las cañerías, no más tarde de la tercera palada. Ya está, el fontanero. Además, todavía es posible modificar mapas y estructuras, al no prever (con mucha vista, ¿eh, pillines?) la llegada de pesadas naves extraterrestres de aterrizaje y despegue vertical, con el sobrepeso consecuente para las calzadas. Debe limpiarse el cauce del río. No hay problema, el palista más gallardo de la zona saca de aquí para allá, entre órdenes, sugerencias y olés de admiración por las excelencias de la potente máquina, todo voceado como es debido. El limo normalmente va a parar al lugar inadecuado, pero ya vendrán con sus conocimientos y planos los profesionales esos que cobran y corregirán el artesanal y bizarro apaño y cuanto deban. Así un sinfín.

Sin embargo -he de reconocerlo- la última de las obras me tiene un poco inquieto. Recién acaba de concluirse y no imagino ni remotamente por dónde va a salir la nueva avería. Que el agua es cosa muy seria. En su momento, alguien sin duda competente tomó la decisión de higienizar el depósito, así que manos a la obra. Para qué contratar personal especializado, si es tirar el dinero. Nada, ahí estaban ellos dos que, tocados de mando y de sus fundas, llevaron el trabajo con solvencia y pulcritud (se supone). Entre blasfemias constreñidas y tartajeadas del tipo “güen-dingún-diós” y más voces, todo en estéreo por el eco propio del recinto, en pocas mañanas el hídrico continente quedó patena. No podía ser de otro modo, conocida la maña de los susodichos. ¿Y cobraron?. Pero bueno, ¿cuándo una faena bien hecha y profesional como ésta no ha sido remunerada en su justo precio?. ¿Cómo iba a despilfarrarse el dinero, encargando la obra a expertos de cuestionable competencia?. Para eso y para lo otro, ahí estaban también. Tratándose como se trata del agua y su vital importancia, una insidiosa duda aguijonea ahora todo mi cuerpo, desde el juanete a la coronilla. ¿Qué habrán maquinado en esta ocasión para asegurar nuevos trabajos a próximos demandantes?. ¿Cuál sería la novedosa, concienzuda y previsora chapuza?. ¿Sembraron -tal vez- el fondo del depósito con garbanzos para provocar un taponamiento generalizado de las tuberías del agua?. ¿O bien zurráronle un buen machazo a cualquiera de las paredes del depósito para agrietarlo y garantizar así una reparación de gran alcance?. Quién lo sabe. Por cierto, que alguien me explique los paseos del agua de arriba para abajo, de abajo para arriba y vuelta a empezar. ¿Acaso tenga por objetivo marear los bacilos y bacterias y desactivar de este modo sus efectos contaminadores?. Estoy a la espera. Cuando tenga nuevas informaciones sobre las soluciones que se proponen volveré a la carga. Y cargaré también (pocas veces mejor dicho) sobre la báscula, todo un monumento de productividad y beneficio colectivo. Y sobre la esquizoide nomenclatura de las calles. Y… Váyanse frotando las manos.

 

Los conciertos a bocina en “do bemol” (traducido, “dos bemoles y olé”). De lunes a sábados los aires de mi pueblo se inundan de garrapateas y semigarrapateas, fusas y semifusas, corcheas y semicorcheas, blancas, negrillas y quisió. ¡Ojo!, no se alarmen las gentes sencillas (a los más versados ya no les digo nada), que no se trata de una plaga bíblica, ni tampoco es que el talador de árboles vuelva con su sinfónica motosierra. No. Me refiero a la febril orquestación que los vendedores ambulantes de la zona utilizan para hacer llegar sus productos a los consumidores, bien aporreando con fruición sus bocinas, bien con sus radios exultantes de decibelios. Los domingos, como instituyó el sumo hacedor, descansan. El asunto tiene bemoles en clave de do…, de dónde tocar más los cojones.

Lunes, 9:30 AM.

-Priiii-pri-pri-priiiiiiiiiiiiii.

El panadero de Villagarcía. Sus trémulas notas y agudos sones de quebrado cristal puntiagudo son inconfundibles.

14:30 PM.:

-Praaaaaaaaaaaaaaaaaara, praaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, praaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaap.

No hay duda: el pescatero de Benavides. El reiterativo continuum de sus angustiosos tañidos ejecutados por manos de verdugo del arte en pleno frenesí (cual clímax en la Novena de Beethoven) aniquilan todo margen a las vacilaciones. Es él. Así el resto de días dedicados al comercio, AM y PM, da lo mismo, pues no queda hora en la que alguno de ellos (y ellas) no entre en el pueblo atacando su peculiar partitura, tanto como al propio vecindario. Y sólo se han citado las orquestales, que también las hay con vocalistas de lo más sonado y principal en las listas de éxitos a través del siglo.

-Tachán-tachín. Vendemos y compramos colchones. Cambiamos colchones de lana por otros de las marcas Plin, Plas y Patrás, tachín-tachán.

O este otro.

-Tralarí-tralará. Melones de La Mancha, melones manchegos (gracias por la aclaración), tralará-tralarelo, dulces como el caramelo.

Ya ven, cuanto queremos y necesitamos. Se quejará mi buen amigo de ver turbadas sus mañanadas de modorra postorgiástica, cuando lo que embriaga la atmósfera son esparramados sones de arrullo capaces de clavarse cual inyecciones narcóticas en las mismísimas trompas (pertinente sustantivo) de Eustaquio, el del oído (no vaya a ser). Por tanto, amigo mío, careces de argumentos para poner en solfa a los concertistas. No hay alternativas, todo está muy bien como está. De cualquier forma y cuando al dinámico (muy propio) comercio le dé por revolucionar sus conceptos, yo les propondría centrar sus esfuerzos en la tan de moda imagen corporativa, no sólo con anagramas, logotipos y colores; sino también con una música que todos asociemos enseguida al productor y al producto.

Sobre preferencias, allá cada cual, pero se recomendaría la música "javi", pues siempre excita (o solivianta) más al personal y sintetiza en sus neuronas unas impulsivas ganas de matar al vendedor (prohibido por ley divina, así que opción descartada), o en su defecto una alternativa mucho más cívica, cual sería la compulsiva necesidad de comprarle todo lo que se pueda y cuanto antes para que marche lo más pronto posible. ¿No quieren productividad y rentabilidad?. Ahí tienen el camino. Unos ejemplos. Tapones Visente y su “Voy buscando a Lupita…”, en plan guitarr(h)achazo; zas, asociaríamoslo “ipso facto” a la panadera de Palacios o a la frutera de Veguellina. Todos van raudos por su pan o por su fruta. Barricada habrían de rifárselo, pues quien para sí consiga corporativizarlos partirá con mucha ventaja. A ver cuántos los aguantan más de cinco minutos. “Todos los ahorcados mueren empalmados”, de Siniestro Total (creo) podría ser tonadilla de… Ya está, del vendedor de las pollitas ponedoras, que la cosa va de pollitas y además es, según tengo entendido, un putelano de Valladolid. Cómo se atreve. En fin, el resto lo mismo. Pero con lo que tenemos ya disfrutamos mucho y estamos tan contentos. No obstante, cuenten estos comerciantes con mi asesoramiento a precios muy competitivos.

Fin

 

  

21 octubre 2025

REMIENDOS SINTÍTULO (Fragmentos de archivos literarios)

 

FASE DE REGRESIÓN GENÉTICA (Fragmentos de mi libro nonato titulado "Florilegio temático de la memez")





                                                  

     CONFUCIONISMO. Abundan (abundamos) quienes colgamos en la red refranes, modismos, dichos, frases hechas..., anónimas o de personajes ilustres, de las que con la pretensión de verdades universales y hasta absolutas queremos hacer partícipes a los posibles receptores; ignorando que no hay verdades absolutas, que todo es pura subjetividad, que nada es verdad ni mentira, que cada refrán tiene su contra-refrán, que lo que me cuadra a mí no tiene por qué servir a otros, que nada es puro, ni siquiera en las matemáticas puras pues un número con decimales en periodo puro al operar con otro siempre dará un resultado "casi" puro, pero impreciso e impuro. Y puesto que uno de los personajes más recurrentes para estos menesteres es un tal Confucio y sus lapidarias sentencias, se me ha ocurrido intentar la acuñación del término "confucionismo", entendido éste como el arte de pervertir y dar vuelta a estas citas que suponemos sabias, juiciosas y susceptibles de universalizar. Así, a modo de ejemplo, para sujetos obsesivo-compulsivos como quien suscribe los "no por mucho madrugar amanece más temprano" o "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" habría que revertirlos en "no por mucho amanecer madrugamos más temprano" y "deja para mañana lo que puedas hacer hoy". Esta otra resulta beoda de lúbrica sensualidad, pues no es lo mismo decir de ella que quedó "boquiabierta y patidifusa" a decir que lo hizo y se mantuvo en el gozoso trance "patiabierta y boquidifusa". (Alguien ahora debería balancear de un lado a otro los dedos pulgar e índice de cualquiera de sus manos, como para remarcar la sutileza). De igual modo es obligado pervertir la expresión acuñada (o "acoñada", pues coña despertó a chorros) por el más pre/claro  (otra vez pulgar e índice) de los presidentes democráticos que tuvo el gobierno de España en todo el siglo XX y lo que va del XXI, cuando habló de "la alianza de las civilizaciones", a lo que desde ese mismo momento se la hubiera tenido que enunciar como "la civilanza de las alienaciones" (de nuevo el movimiento de los dichosos dedos). En fin, se admiten aportaciones novedosas, por cuanto es éste un vasto campo, sin tener que tirar de las que ya navegan en correos del tipo "ojos que no ven hostia que te arreas". Ánimo y a llenar los muros de las diferentes redes de aforismos pervertidos y viciados. Así se irá colmando de sentido el nuevo término.


     NIVEL. Si como dicen que decía Paul Valéry, "la sintaxis es reflejo del espíritu" (no debiera haber citado autor de la sentencia por no parecerme a esa banda de profes universitarios babosos que las copian mil veces para aprendérselas), y si la cita de próxima referencia es correcta y no apócrifa o mal transcrita: «Yo no me increpé ni agredí a nadie. Estuve un rato en el desahucio y me fui» (de Isa Serra, miembra de Unidas Podemos o -mejor- Uncidas Pacemos y diputada autonómica por Madrid, 2020); la altura intelectual y de riqueza espiritual de la tal insigne moza roza el cielo que en su partido (o así) con tanta fruición buscaban. Fíjense qué reflexivo tan pertinente y sugerente: "yo no me increpé....". Bien hubiera estado que frente a una pancarta escrita por ella misma y exhibida ante sí misma gritase a los cuatro vientos: "Serra, gamberra que te trague la tierra". Me valen otras leyendas más ingeniosas pero con rima, de no ser así no las aceptaré. Ver para seguir sin creer lo evidente.


     Y TÚ "ERE QUE ERE". (Ahora los más clarividentes y vehementes del foro de debate habrían de balancear sus dedos pulgar e índice a derecha-izquierda alternativamente como para resaltar la sutiliza). Dícese con esta locución o dicho de quienes, con la pretensión de rectitud y cual poseedores de mendaz superioridad moral e intelectual, se empeñan en señalar paja de corrupción en ojo ajeno cuando en el propio tienen carros y hasta vigas enteras clavadas cual Polifemos oculoensartados, con alguna de las cuales (vigas) bien hincada en el de evacuar (ojo de…). No, no se empeñen porque los suyos no son ni más ni menos, sino aproximadamente.... O de otro modo y muy cierto: pues....¡¡¡¡y tú más!!!!. Blanco y en botella, la leche de los años sesenta del pasado siglo. 


     CITAS: Winston Churchill, premio Nobel en 1953 dijo: "El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes, la prédica de la envidia, su misión es distribuir la miseria de forma igualitaria para el pueblo". Otra de la ex-primera Ministra británica Margaret Thatcher: "El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero.... de los demás". En otra celebrada reflexión Mario Moreno "Cantinflas" vino a decir que entre sus pretensiones no estaba la de acabar con los ricos, sino la de acabar con los pobres.

 

     CASQUERÍA INTELECTUAL Y MORAL. Tengo una ocurrencia. Propongo un elemental ejercicio de crítica y autocrítica que debiera ser muy saludable y al que -de sobras sé- no llegarán quienes más necesitados andan de este tipo de prácticas. Después de haberlo realizado, que cada cual valore la catadura moral y la altura intelectual de quien se permite ofender los símbolos identitarios de los otros, cuando no toleraría e incluso atentaría y hasta mataría (y -que nadie se lleve a engaño- no sólo lo harían "los del tiro en la sien") por defender los suyos, presuntos en no pocos casos, de reciente invención y de escasa o nula consistencia real. Y les diré que su catadura moral no pasa del colon ascendente o descendente, henchidos ambos de gases, lo que muy bien podría llamar Quevedo -por ejemplo- la "pedorrea mental" o la "diarrea seca", que es la de mucho ruido y pocas heces. Y respecto a su altura intelectual, la meninge más "elevada" implicada en su capacidad de razonamiento no va más allá de la almorrana. Lo dicho, casquería intelectual, moral y otros despojos, o sea, purria social. Ni a morralla llegan. 

Por cierto, ando yo en estos últimos tiempos profundamente preocupado porque no hay manera que un país al que casi todo el mundo normal conoce por España (repito, para el mundo normal) gane el Festival de Eurovisión. Como creo que ustedes ya saben, en estos eventos las directrices de los grandes consorcios europeos de las telecomunicaciones "sugieren" una canción favorita, en función del marketing pertinente al caso, y después que cada cual vote a sus siempre odiados vecinos e irredentos enemigos. Y puesto que este país al que los seres normales conocen por España está en una península sin apenas vecinos a los que odiar, bueno sería que se dividiese en trece o catorce subnaciones más, todas oprimidas y tal, que en su momento nos votasen con mucho odio, creciendo así exponencialmente -que dicen- nuestras posibilidades de tan necesitado galardón. No hay tiempo que perder. Así que pónganse ya los divisores a dividir esta nación en cuantas más subnaciones, mejor. Al fin y al cabo éste es para mí un asunto de vital importancia nacional o nacionalcita. A por faena, brillantes (o lo que sea que les pase por sus azoteas, en otros conocidas por cabezas) amigos independentistas. ¡¡¡A tope!!!.

     SOFLAMAS GUERRACIVILISTAS. No sufra la gente sencilla y llana (la más dotada según se infiere de criterios psicosociológicos de Víctor Hugo) por las incendiarias proclamas del tipo "que vienen las derechas", tan en boga en los tiempos que corren y que se propalan cual trigalera o gramínea en verde prado. Y lo dicen ni más ni menos los de -vaya acierto de expresión- "la siniestra". Mas nadie tema, pues en llegado el momento que la batalla vaya camino a ser cruenta los oficiantes y pastores de la gregaria plebe (la que refleja con exactitud la chusma descerebrada por la que se perdió la guerra civil) actuarán de bomberos para sofocar las encendidas consignas por temor a perder sus casoplones (estoy por jurar no volver a utilizar tan infame y manido vocablo por abuso del uso y volver al de mansión). Así que no padezca nadie pues tales soflamas por intereses sin duda mendaces son papel mojado, ni esperen incendios, afortunadamente, porque en ellos los defensores de los pobres tienen mucho que perder. Los jefes desde sus proletarios tronos aplacarán a la turba. 

 

     ¿VANDALUCÍA O BANDALUCÍA?. Permítaseme tirar de estereotipo, porque aunque el estereotipo sea una verdad a medias, pues me quedo con la mitad -o más- verdadera. Los vándalos (oh casualidad, vaya dónde fueron a caer unos tipos tan bárbaros con semejante nombre) era un pueblo germano que en el siglo I a. M. (*) colonizó buena parte de Andalucía, por eso no sería extraño denominar como Vandalucía a esa región del suroeste de Europa. Ya en siglos más recientes se ha visto poblada de otras bandas de bandidos, unos buenos con apariencia de malos que robaban a los ricos para compartir con los pobres, y otros malos con pinta de buenos (por aquello de ser "de lo social y de progreso"), que robaban a espuertas de donde pudieran para compartir entre compinches y secuaces adscritos, dejando las migajas secas para algunos de los que llamaban pueblo.

Durante un tiempo unos cuantos de estos bandidos malos con pinta de buenos provinieron de un pueblo conocido por Alcalá de los Gandules, nombre casi supuesto y al mismo tiempo casi real. Se les conocía también por su populismo, porque para tenerte callado te daban un pez pero nunca te enseñaban a pescar. Tampoco es que les preocupase mucho tan nimio asunto. Por eso cuando en esta región del suroeste de Europa había elecciones, el candidato que propusiese crear miles o millones de puestos de trabajo, al margen que sus promesas resultasen más o menos verosímiles, estaba abocado al más vergonzante fracaso. Allí habías de ir prometiendo miles o millones de subvenciones a fondo perdido..., de los otros. Los que siempre gobernaron y siguieron gobernando, por ejemplo, subvencionaron cursos virtuales a distancia, a mucha distancia, a tanta distancia que ni hacía falta que fuesen presenciales, ni por parte del profesor ni por parte del alumnado. Financiaron con generosidad e impartieron otros (o no, que tampoco es que fuera muy necesario impartir nada, leches) en los que el conocimiento se asimilaba por vías imposibles como la teleósmosis o mismamente las fosas nasales, destacándose de entre ellos uno de alfabetización donde a los alumnos se les enseñaba a hacer la "o" con un canuto de esnifar cocaína, utilizado a tal efecto por los superiores en rango y todo por la sostenibilidad y el ahorro en este tipo de material tan didáctico.

Y como no podía ser de otro modo, apareció una vez un partido nuevo más prometedor de peces y de subvenciones a mansalva, al que se conocía por Podemos (más tarde Uncidas Pacemos o así), pues entró con mucha fuerza y ganas de podar a la otra casta para asentar la suya. Aunque sus cabezas visibles procedían de entre las amebas del paraninfo algo sabias, eso de enseñar a pescar ni pensarlo porque en ello iba su supervivencia. Sacaron un saco de votos que gestionaron también, o más, en plan bandido, como era costumbre extendida por la zona. Prometieron subvenciones tan vanguardistas y osadas que nadie hasta el presente había propuesto, de modo que los mismísimos países nórdicos pasarían por retrógrados y antiguos, porque entre otras cosas estaban regidos por monarquías parlamentarias, qué atraso. Llegaron a proponer dadivosas subvenciones para la realización de sesudos estudios sobre la influencia de los pesticidas en la virilidad del mosquito macho de los algodonales y otro todavía mucho más audaz de cómo conseguir un embarazo natural en un homosexual de anatomía masculina. Lo nunca visto ni oído. En fin, logros de la revolución y el progresismo que incluso a la naturaleza pueden mutar y mejorar. Y fue en esta región del suroeste de Europa, tierra de bandas y bandidos buenos y malos, donde los podadores consiguieron el saco de votos más jugoso que ni en sueños imaginaron nunca alcanzar. Tierra de muchos talentos, demasiados, para vivir del dinero llovido. Con todos estos ingredientes, ¿no podría esta región del suroeste de Europa ser llamada también Bandalucía?.

(*) Nota explicativa al margen: Puestos a no discriminar por motivo de religión, o por aquello de la multiculturalidad -deliciosa expresión ésta-, o por la "civilanza de las alienaciones" las siglas a. M. significan antes de Mahoma; desterrando las antiguas, casposas y sectarias a. C., vaya a ser.

     LA DULCE Y SENSUAL FASCINACIÓN DE SER (TENIDO POR) FACHA. No sé con exactitud quién y por qué es tenido alguien por facha, pero quien así sea tildado seguramente lo será por ciertos individuos sin duda de juicio tan fácil como huero e insustancial, único y unidireccional que no piensan por sí mismos y allá por donde se muevan ya vendrán pensados de casa y/o de la escuela. Probablemente harán alusión o se referirán y señalarán a otros individuos no adscritos a modas ni bonitas ni no bonitas, quienes por otra parte procurarán y además se esforzarán -al menos un tantín- en pensar por sí mismos.

Pues bien, haciendo gala de mi condición de facha, en este caso de los fachas que "contra Franco vivíamos mejor", camino de mi dominical "mani" particular de carca de difícil redención, me he acercado esta mañana al cuartel de la policía nacional en Vía Layetana para felicitarles personalmente por la encomiable labor llevada a cabo esos negros días de octubre del 2019 diseñados al alimón por Dante y Nerón, habiéndome emocionado profundamente porque además de muchísima gente tenían las ventanas del edificio sembradas de flores. Una mañana completa y muy satisfactoria para un facha como yo. 

 

No sé lo que me pasa pero en ocasiones percibo ser asaltado por una insidiosa asechanza tan inminente como cierta de dejarme llevar por la vena "social y de 'progreso'" y he de contenerme con sumo esfuerzo para que no me salga, por los peligros de asfixia ideológica que tal disposición me comporta. Es justo por esta razón por la que me volví facha, de los de...."contra Franco vivíamos mejor", pues -de verdad- no quiero que me confundan con determinada gente. Imaginad que en algún momento me dejo ir y me sale la susodicha vena de "lo social y de 'progreso'" y en tal tesitura me equiparan al Calderilla Intelectual con sus gafitas de sabio postizo o a Pablito Mezquitas o a cualquiera de esos doctores de pacotilla u otros de olor parecido, pues me soponcio del escalofrío y fenezco del pasmo.

 

Me ha costado digerir haber simpatizado demasiado tiempo con la mal llamada izquierda y mejor denominada siniestra (pues la pueblan gran número de siniestros y siniestras), también muy a menudo abanderada por adefesios como la reciente ganadora del Premio Nacional de narrativa 2019, con quienes sucede algo parecido a la disyuntiva del huevo y la gallina, cuando no sabes qué fue primero. Con estos especímenes tal de lo mismo, pero en relación a la ética y la estética, pues no se puede estar seguro si primero es el entorno donde se mueven con una componente ética emponzoñada por lo que crecen malcarados y repulsivos o es la repelente estética que han ido adoptando como expresión de su sensibilidad de cardo borriquero la que infecta toda ética posible que obre y los defina en sus vidas. O sin saber muy bien qué fue primero, quizá se vayan retroalimentando. Puede ser. 

 

Pero qué leñes, el día de mi dominical "mani" acabé tan satisfecho que yo sólo voy a poner de moda ser facha para reponerme de tantos años, no diría que perdidos pues hasta de éstos se aprende, pero sí decepcionantes porque todo mi "revisionismo" contrarrevolucionario cuando estaba entre ellos no ha servido de nada y andan todavía con Franco a cuestas (incluso para ganar votos, qué atraso). Me va a costar porque como influencer soy un desastre, pero allá que voy con la moda facha. Sí, soy facha. O no. A elección. 

 

     LATERALIDAD CRUZADA. Quien les escribe, esto es yo mismo, en eso de la política me ubico en el sobreático, desde donde tengo una perspectiva que, por mis limitaciones, en otros lugares no tengo. Soy de lateralidad cruzada y/o mal asentada, también ambidiestro y debido a ello, como es natural, no me oriento muy bien ni hacia un lado ni hacia otro. Por esa razón hay conceptos que me sobrepasan, pues debéis saber que los ambidiestros, además de problemas con la orientación espacial, también los tenemos (problemas) con la comprensión lingüística. Resignación, queridos míos, resignación. Ya me he hecho a la idea. Y que nadie se me ofenda por no llegar a estos temas tan profundos referidos a la filiación política siniestra, diestra o centrada. No llego y punto. Además, nunca cayó en mis manos "El capital" y si cayó, pues por lógica y dadas mis estrechas miras no lo entendí. Tampoco gasté mucha saliva en practicar el materialismo dialéctico a la hora de analizar el "Libro Rojo de Mao" (Zedong) con nuestros comprometidos camaradas, porque en cuanto aparecía el Chicharrilla, el limpiabotas de las Ramblas, y Ricardo, el pijo madrileño devenido en lumpen-proletario con piso -sin luz ni agua- en Balmes, pues nos saltábamos el adoctrinamiento y pasábamos a hablar de "su" partido político, o sea, el Real Madrid. Con estos precedentes, ¿cómo voy a moverme en tan fértiles feudos sino con torpeza?.

 

     ¿FRANCO HA RESUCITADO?. ¿LO HAN RESUCITADO?. No nos caerá esa breva. Qué maravillosos tiempos aquellos en los que "contra Franco vivíamos mejor" (cita indubitadamente acuñada por un amigo mío ibicenco y sólo a él atribuible, allá por los años 80 del pasado siglo). Pues sí, vivíamos mucho mejor, claro que sí. Y resucitar no nos lo han resucitado, pero jabón mira que le dan jabón y maquillaje al mito. A mí, que tanto lo amé siempre -un decir- me lo han devuelto bien acicaladito de fiambre endomingado. Como a menudo repito, hay que ser sandios, prototipos hodiernos de los bobos solemnes por los que a la sazón se perdió la guerra civil.

 

     ESPANTO. Cuando a uno se le plantea la alternativa posible de emigrar a otro lugar de Europa, el dolor de alma y la añoranza por alejarme de mi querida cuna queda amortiguado y bastante aliviado porque en este país corre serio peligro no diría "ya hasta la calidad del pensamiento", sino que diría sobre todo y “muy especialmente la calidad del pensamiento". Tan espantoso es el porvenir, que haber de emigrar parece una alternativa mejor a seguir viviendo aquí.


Tal como se presenta el horizonte lo mejor que nos pueda pasar es volver a otras elecciones en seis meses y después de seis en seis meses con los presupuestos de un tal prehistórico Montoro. Hasta que vuelva el tino, que me temo no va a volver pronto. Eso es lo mejor que nos puede pasar. Imaginad el panorama. Ya verán cómo acribillan a impuestos a la clase media (da igual que sea la baja, la bajísima, la mediana o la alta), a los autónomos y a los productores pequeños y medianos. A saco sin fondo van a ir por ellos. De los ricos y de las grandes empresas van a recaudar de más una mierda, pues el incisivo escalpelo de sus asesores ya se encargará de ello. Eso si unas cuantas empresas no emigren a Irlanda, Polonia, Hungría, etc. ¿Y de quién nos quejaremos entonces?. De los "fachas" quienes habrán de venir con sus inevitables recortes a recuperarnos del desastre. La enfermedad de este país no tiene remedio. Peor imposible. Ni el mayor de nuestros enemigos hubiera podido hacerlo con tanta perversidad.


     VOTOS 'PRO/POGRESISTAS': El 2% viven del partido por tal son lógicos sus votos al partido. Un 2% pasaba por allí y tontos o no prueban a ver qué pasa. El 32% de los votos corresponden a sectarios con orejeras que necesitan sentirse guay y de 'pro/pogreso' porque en pasadas vidas cuando más se necesitaban en la lucha vivieron su ‘pro/pogresismo’ a escondidas por miedo y ya en democracia han necesitado redimirse y curarse de su más que probable cobardía. Bastantes de ellos no son tontos pero ponen mucho empeño en parecerlo y hasta en ocasiones dan apariencia de auténtico patetismo. Otro 32% son votos cainitas resentidos y vengativos, personas de muy dudosa bondad no digamos ya nobleza. Para finalizar, el 32% restante corresponde a los ignaros de solemnidad sin arreglo ni pronóstico esperanzador. Por gente del perfil de éstos y de los anteriores se perdió la guerra civil a la que tantas ganas parecen tener algunos de retornar, además de estar empeñados en inmortalizar a Franco. No aprenden.

 

LOS GUAY Y DE 'PRO/POGRESO'. Ándese con cuidado la ciudadana Ayuso, presidenta de Madrid, con sus contrincantes políticos. Buenas se las gastan estos redentores bondadosos, pues hasta serán capaces de meterle droga en alguno de sus bolsillos o bolsos, o endosarle un préstamo de "quítamelodeahínomelocobresyasabes" para organizar el escándalo que jalearán los medios fieles (casi todos como A-3 Mierda, La SER, Mierdapro, Mierdaset, Telahinco, La Siesta, Cuarto menguante, Grupo Risa y hasta La-1, La-2 y Tevén-3), con objeto de asaltar el poder en esta comunidad y así con estos métodos en cualquier otro lugar, comunidad, ayuntamiento o junta vecinal que se le ponga a tiro. Al fin y al cabo son fieles incondicionales de la única frase presuntamente intelectual que han aprendido de tanto copiarla cual es "el fin justifica los medios" (¿original, eh?), pues a poco que vean una mínima posibilidad la llevarán a cabo con igual abnegada fruición que quemarían iglesias o se mearían en ellas o se pondrán y seguirán desenterrando muertos hasta que no quede uno de los "malos" descansando y aunque no tengan permiso alguno para desenterrarlo. Qué peste de parte de país. Me paso al otro.

     DOLIDOS. Quisiera poder llegar a las almas limpias que queden por ahí perdidas en ese vergel de ignorancia y desierto de comprensión. En Catalunya, tierra en la que por el momento resido, se votó lo que se votó, lo cual y tratándose de sectarios es cuanto cabía esperar. Pero lo muy doloroso es que fuera de aquí se votó para que aquí nada cambiara, después de lo que nos está tocando vivir. Y no me vengan ahora los resabiados (en el mejor de los casos) o directamente majaderos, ajenos a las vivencias interiores de esta tierra, a cuestionar el artículo 155 como si tuvieran idea alguna de lo que es mejor o peor para los que por aquí vivimos ahogados. (Tenemos amigos que durante toda una semana residieron envueltos en fuego y a nosotros (mi familia y vecinos) no nos cogió tan cerca pero veíamos el resplandor). En su momento esta ley resultó un bálsamo y un notable respiro y alivio. Tampoco es cuestión ni de diestras ni de siniestras, extremas o no extremas, qué mierda me importan a mí unas y otras, es querernos buscar un poco de respiro a lo que aquí hemos estado y seguimos soportando. Gracias por vuestro solidario voto. En mi caso ya hierven en mi mente ideas para largarme de este país podrido e insano hasta límites que jamás pude haber imaginado, eso siendo muy suave en los epítetos. Es una decisión difícil pero quizá no lo sea tanto como seguir envueltos de apestosas e infernales (pocas veces tan bien utilizado este término) ideologías. Muchas gracias, insisto. 

 

P.D. De este tío presidente del gobierno soy consciente que es capaz de cualquier cosa, buena o mala, tanto da, por seguir en el poder; pero de haber imaginado el resultado electoral surgido de las urnas, le habría votado con tal de intentar darle una mayoría con la que gobernar holgado, porque aun siendo consciente que por seguir en el poder sería capaz de cualquier cosa, buena o mala, con una mayoría holgada gobernaría para colarnos cómo de "guay" sería su mandato. Pasaría a la Historia como sin duda ya no va a pasar. Éste y el ZP, históricos, Dios mío.  


Quien necesita ser guiado por un pastor sólo puede tener la inteligencia de un  borrego” Friedrich Nietzsche

“Burocracia es el arte de convertir lo fácil en difícil por medio de lo inútil”. Carlos Castillo Peraza

Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda”. Mark Twain

Antes de que te diagnostiques con Depresión o Baja Autoestima, primero asegúrate de no estar rodeado de idiotas”. Sigmund Freud

Saber mucho no es lo mismo  que ser inteligente. La inteligencia no es sólo información, sino también juicio para manejarla”. Carl Sagan

 "La reputacióm es aquello que los demás piensan que somos. La integridad es lo que somos realmente". John Maxwell



09 octubre 2025

LA HUMILDE Y ORGULLOSA CASTA DE UN PUEBLO (En recuerdo de Don Recaredo el seminarista y su primordial papel en la fundación y establecimiento definitivo de la “COOPERATIVA DEL CAMPO 'SAN BLAS'")

NOTA ACLARATIVA PREVIA:
Viene a cuento la reiterativa loa sobre los abundantes méritos alcanzados por mi añorado y querido pueblo con sus gentes, en planos tan diversos como el social, el político, el económico, etc. El último de estos envidiables logros es la entrada en vigor  de una EMPRESA y su correspondiente FUNDACIÓN (julio de 2025), con sede en la antigua casa parroquial o CASA DEL CURA, más comunmente reconocida, cuya leyenda o denominación conjunta es  RENACIMIENTO RURAL LEONÉS, Santibáñez de la Isla, DP 24795, ya en pleno funcionamiento. Para más información sobre esta buenaventura recúrrase por las vías informativas naturales y propias de nuestros días. 
 
AL TEMA:    
Abordo este escrito desde una profunda ignorancia, no ya en relación a la historia del cooperativismo, sino también sobre los pormenores técnicos, teóricos y prácticos de esta suerte de estructura productiva. Sólo trato de rendir un justo y merecido homenaje a un pueblo que con modestia y tino ha ido haciendo de su vida una modélica historia, tal el reputado caso de la “Cooperativa del campo ‘San  Blas’”, en este 2019 de celebración por su 75 aniversario, además de otros auténticos logros en justicia social y ecuanimidad, que no igualdad pues para nada somos ni queremos ser iguales. Toda una lección para el mundo, sobre todo para quienes se llenan la boca con mendaces, tanto como insustanciales y vanos progresismos de presunto vanguardismo.

Como no puede ser de otro modo, empiezo por afirmar que mi pueblo tiene algo especial y esta aparente simpleza -así lo creo con tajante y fundada convicción- pocas veces pudo contener tal y tanta verdad junta. Soy maestro de primera enseñanza, también psicólogo y durante muchos años llegué a ejercer ambas profesiones, por tal conozco la técnica del rumor en la cual se afirma que un mensaje transmitido de boca a oído siempre llega al final de la cadena sensiblemente deformado, efecto que muy bien ha podido afectarme en relación a versiones oídas sobre mi pueblo, pero no me va a impedir aseverar con rigor cierto y sólido fundamento su singular y propicia condición e idiosincrasia.

En la cúspide demográfica histórica, allá por los años sesenta del pasado siglo XX, Santibáñez de la Isla anduvo cerca de los ochocientos habitantes y ahora, en el transcurso de la segunda década del siglo XXI en manifiesta decadencia rondará tal vez los trescientos, si a ellos llega que no creo. Nunca fue cabeza formal de nada, tampoco del ayuntamiento del que forma parte compuesto por dos pueblos junto con Santa María de la Isla, éste desde siempre más poblado y puede que por tal capital del municipio. Sin embargo sí ha labrado (cuán pocas veces este participio habrá sido tan bien usado) y fue siempre dueño de su propio tanto como ejemplar destino a golpe de audaces iniciativas, quizá consustanciales a su misma esencia y existencia, a través de modélicos y democráticos concejos vecinales, secularmente celebrados bien a la sombra del nogal frente a la entrada principal de la iglesia, bien en el atrio de la misma de no permitir el tiempo hacerlo al aire libre. Sin duda en este hecho se da la dimanante impronta de una eminente y acreditada civilización del Antiguo Reino de León. Aun así, con el patente erial demográfico y la aparente minucia socio-histórica poca prosperidad cabría esperar de este insignificante núcleo rural.

Al margen de la cooperativa, razón principal de este escrito, otros muchos logros adornan el edén curricular de este admirable pueblo, aunque no me extenderé mucho pues correría el riesgo cierto de sacar un prolijo fascículo en lugar de un laudatorio -sí- pero también sucinto opúsculo. De entrada, acabada la guerra civil, de mi pueblo no se paseó a nadie hacia las cunetas extramuros para ser fusilado por rojo, entre los cuales y junto a otros habría estado mi padre, de quien se cuentan diversas curiosidades quizá algunas trocadas en leyendas o fabulaciones, todo por tratar de evitar ir al frente; lo que finalmente no consiguió pues fue destinado al de Aragón, allí “lo” incorporaron a filas y acabó en Belchite donde, a las primeras de cambio para su fortuna, lo hirieron en el bazo y la guerra concluyó para él en un hospital de Zaragoza.
De este generoso y valiente gesto han de darse las gracias a D. Gabriel, a la sazón párroco del pueblo, quien cuando los del siniestro pelotón de ejecución le vinieron a preguntar por los republicanos insurrectos del lugar, su respuesta fue que en Santibáñez no había bandos enfrentados pues todos allí eran sus feligreses. Cierto es que durante una larga temporada, cuando los falangistas se cruzaban por la calle con los “rojos” como mi padre abrían las chaquetas y mostraban sus pistolas para vacilar, más que para intimidar, porque por lo visto y vivido jamás se delató a nadie y lo sucedido en el pueblo, como dirían en el fútbol, no salía del campo de juego o del vestuario.

Ya en los cincuenta y muerto Don Gabriel le sustituyó un cura cabrón, déspota y violento que siempre discriminó a esta facción de habitantes, a quienes -por ejemplo- a su muerte enterraba en una zona no consagrada del cementerio (menos a mi padre al que incluso de vez en cuando visitaba en casa y no sé por qué); aunque tampoco nunca se tuvo noticia de delaciones con consecuencias trágicas, lo cual hubiera podido ocurrir con facilidad porque en el pueblo todos se conocían y bastaba con reparar en la asistencia a misa los domingos y fiestas de guardar para saber el bando de cada cual. En la misma línea de respeto entre vecinos he de añadir que por cuestiones varias y sobre todo relacionadas con el regadío se han vivido tensiones muy graves entre sus habitantes pero siempre ha vencido la tolerancia por encima de rencillas que mancillaran y hasta destruyeran la sana vecindad y armonía en la convivencia. En fin, precedentes éstos que ya dicen mucho y bien sobre el pueblo de referencia.
En este duro tramo de posguerra nació la “Cooperativa del campo ‘San Blas”’, modélica estructura productiva que como tema central y razón de ser de este escrito se tratará con detalle más adelante.

En el primer trimestre de 1957 se urbanizó parte de la margen izquierda del río erigiéndose un jardín, así llamado al principio para luego pasar a parque de San Juan, hoy constituido en un auténtico jardín botánico con una enorme variedad de plantas, arbustos y árboles. Desde hace algunos años y para fomentar la natalidad, por cada bebé que nazca en el pueblo se le plantará un árbol en este recinto, su árbol conmemorativo, siendo identificado cada uno de ellos con la correspondiente placa y todos los datos personales más relevantes y recordatorios del recién nacido. En torno a esta misma época se construyeron las viviendas nuevas para los maestros, inauguradas también en 1957 (si no me falla la memoria) con pompa y boato por el alcalde, acompañado ni más ni menos que por el gobernador civil de la provincia. De estos solemnes actos festivos fui partícipe directo y los viví con la cándida ilusión de un niño feliz. Por cierto, durante el franquismo la mayor parte de alcaldes siempre elegidos a dedo por las autoridades competentes, en general los falangistas de turno, pertenecían a mi pueblo, lo cual sólo podía suponer que en él todos fuéramos fascistas o quizá también que en él destacasen las cabezas….pensantes. Lo dejo a libre elección.

La "Asociación Deportivo-Cultural Río Tuerto" (ADC, Río Tuerto) nació en 1980 (todavía conservo mi carnet de socio nº 12) para servir de cauce a las inquietudes de la entonces abundante y dinámica juventud del pueblo, aquellos locos pioneros, beodos de amor por Baco aunque más, muchísimo más de amor por su amado pueblo, gracias a los cuales se consiguieron sueños que ni siquiera atisbábamos quienes aquella mística noche, entre sabores de oveja y vahos de vino tinto, sembramos la semilla de una ensoñación que acabaría por dar ubérrimos frutos. La entrañable fiesta de agosto, iniciada e instituida poco después con sólida impronta y cañizadas de ilusión todavía hoy contagiada y ojalá que contagiosa por ese grupo de intrépidos jóvenes, no fue sino la minúscula chispa de un Big Bang o “gran explosión” que sacudió al pueblo sacándolo de un comatoso letargo. Tal ha sido el cambio experimentado que cuando uno mira en fotos sepia al Santibáñez de los años 50 del pasado siglo y lo ve ahora acaba por creer en los milagros, cuyo germen bien pudo ser plantado aquella mágica noche de verano.

En mi pueblo existen las etiquetas pero no se hace mucho uso de ellas, ni siquiera con los rojos que en su día hubieran podido ir a dar con sus huesos en alguna cuneta. Así que cuando llegó su momento, a finales de los sesenta, la homosexualidad entró en mi pueblo con absoluta normalidad (supongo que de algún modo sigue, y digo “supongo” porque no me interesa en absoluto la vida sexual de los demás) y nadie se rasgó las vestiduras. Hemos convivido desde entonces y en ocasiones muy estrechamente homosexuales, trisexuales, pentasexuales, polisexuales y -en fin- la variedad que gusten, siempre y cuando resultasen personas decentes. Un pueblo donde la solidaridad vecinal suplía a los servicios sociales, sin dejar nunca desamparado a ninguno de sus convecinos y menos cuanto más pobre fuese, a quien dado el caso se le dotaba de una paguilla a cargo de la junta vecinal. Un pueblo donde se acogía a mendigos para comer en familia compartiendo mesa con el resto del clan, donde también se les proporcionaba colchón para dormir, así resultase ser el de jergón y en el pajar por falta de espacio y por mor de la requerida intimidad de la parentela, pero nunca a la intemperie.

En el terreno de lo personal voy a proponer prototipos muy cercanos a mí como ejemplos de lo que debiera ser un feminismo actuante, campante y no tanto parlante o vociferante. Yo mismo, como sé de otros muchos de mi pueblo y mi entorno más cercano, nací y pasé mi infancia en el seno de una familia matriarcal,¡¡¡para mi fortuna!!!, viví rodeado de mujeres (incluidas mis numerosas vecinas, casi todas), ¡¡¡para mi gloria divina!!!, tanto que incluso en el colegio interno me decían mis muy buenos amigos que tenía dejes femeninos, ¡¡¡qué gozo!!!, y nunca me sentí acosado por mi sexo, pues de haberlo sido ya me hubiera encargado de defenderme. Pues sí, una historia personal que me torna beodo de orgullo, cuyo único “pero” no fue el hambre pero sí la gula de comidas o manjares por entonces inaccesibles a bastantes de los convecinos. De ella concluyo que para feminista, mujer trabajadora, tía con agallas, ejemplo universal de mujer...., mi madre (preguntad en mi pueblo por ella). A su lado ni sombra le harían la mayoría de tan belicosas militantes en este asunto.

Y en llegados a este punto cobra el mayor sentido este opúsculo en homenaje a los hombres y mujeres que de su sudor hicieron tinta con la que se escribieron páginas gloriosas de nuestra humilde pero admirable y ejemplar historia, tal el caso de la “Cooperativa del campo ‘San Blas’”, buque insignia de un desarrollo modélico en el uso de los constitutivos recursos humanos, técnicos y económicos. Es el talante de este pueblo, su idiosincrasia, ese “no sé qué que qué sé yo”, lo que le ha llevado a sacar adelante proyectos que muchas veces siguieron o intentaron hacerlo otros sin los mismos resultados.

Como inicio de esta parte qué decir de la ejemplar historia de Recaredo, mejor Don Recaredo, hombre pequeño e impedido físicamente por una malformación corporal, de piernas muy cortas y apenas 130 cm de estatura, con severas limitaciones locomotoras por lo que tenía que ayudarse de muletas para andar. Para algunos pudo pasar por minusválido, pero sobre todo fue un brillante cerebro, un gigante en autoridad moral, cultura, altura intelectual e investido de unas dotes didácticas propicias para educar y hasta para domar brutos de uno u otro pueblo del municipio, sin entrar en ejemplos concretos de tan dura labor (por no señalar), con quienes puso a prueba la eficacia de sus consuetudinarios modelos pedagógicos. De hecho, muchos de mi edad fueron sus alumnos de clases particulares con las que nos preparábamos para aprobar el ingreso en el bachillerato, aunque mis padres para mí encomendaron esta misma tarea a una señorita hija de un falangista del pueblo, a la que siempre tuve mucho aprecio. En los epidérmicos tiempos que corren D. Recaredo no tendría predicamento y hasta pasaría por faccioso, cuando a él sí que habríasele de investir de superioridad moral e intelectual y aunque no lo sé, mucho me da que no sería de izquierdas. Y les relataré algo muy curioso y revelador. La primera vez en mi vida que percibí y “sentí” a D. Recaredo como alguien minusválido sucedió un día de mayo del 2019 (unas cuantas décadas después de su muerte), algo tan sorprendente que hube de compartirlo con mi mujer porque me produjo un enorme gozo interior. Como se ha dicho, físicamente lo era, pero no recuerdo haberlo visto ni sentido nunca como tal pues siempre lo tuve por lo que fue y en cualquier otro sitio hubiera debido ser, esto es una persona más, tan normal como cualquier otra. Curiosa y significativa esta vivencia y sensación mía de mayo de 2019. Sólo un exonerado monstruito en forma de chiquillo rebelde con causa -supongo, de quien no reniego porque de mayor fue mi amigo- le amargó en algún momento puntual su existencia porque pocos en el pueblo han sido tan respetados como esta insigne figura.

(Fotografía de Don Recaredo)

Y prepárense para lo mejor pues ahora viene la ejemplar parte de ecuanimidad, de inclusión integral y de no discriminación, de feminismo actuante y no vociferante.

"Cooperativa del campo 'San Blas'" de Santibáñez de la Isla (León), una cooperativa de las más antiguas de España a punto de cumplir su 75 cumpleaños (tendremos fiesta grande en septiembre para celebrarlo). De ochenta miembros fundadores allá por 1945, ¿cuántas mujeres?, pues treinta y tantas, pero además durante tres décadas, entre los cincuenta y ochenta del pasado siglo; gerenciada con rigor y éxito por Don Recaredo, uno de los principales impulsores, ejecutores, gestor y ánima de la misma, ejemplo sublime y discreto de integración, con cuyo cargo fue él quien integró al pueblo en la civilización y no el pueblo quien lo integró a él. Y para rematar tan excelsa lección, desde hace años hasta los estertores de la segunda década del siglo XXI, es decir ahora mismo, bajo responsabilidad de dos mujeres, la presidenta, Luci y su mano derecha Anabel. Y no sólo pervive, sino que hoy es además paladín del ecologismo en cuanto a reciclaje y sostenibilidad, con el inquebrantable compromiso de contribuir a mantener ecológicamente decoroso su importante ámbito de influencia provincial con todos los recursos a su alcance.

¿Ha de extrañarme ahora en la segunda década del siglo XXI que en mi pueblo las dos principales almas de la cooperativa, la presidenta, Luci y la secretaria-gerente, Anabel, sean mujeres?. ¿Ha de extrañarme que entre las pioneras allá por 1945 de esta histórica y grandiosa institución agraria, orgullo del Antiguo Reino de León del que seguro mantiene notables reminiscencias, haya más de una treintena de mujeres?. ¿Y que el alma mater durante muchos, muchísimos años fuese Recaredo?. No me extraña porque es lo normal y lo normal, aunque escasee, debe ponderarse sin caer en alharacas. Como en mi pueblo donde se aplica el “menos predicar y más dar trigo” (qué bien traído el dicho ¿verdad?). Qué van a predicarnos en mi pueblo las del feminismo parlante y folclórico, ni de igualdades inanes e insustanciales, ni de no discriminación por la razón que fuese; qué nos van a predicar los de la presunta vanguardia, pobrecitos. Ya a nadie de mi pueblo le extraña, esto es que vamos por la vida de modernos sin quererlo y hasta sin despeinarnos.

¿Tiene o no tiene algo de especial mi pueblo?. ¿Debo o no sentirme orgulloso y -ahora sí- en aniversario tan notorio pregonar a los cuatro vientos la ejemplaridad de esta institución?. Quizá la cooperativa sea una importante avanzadilla o quizá expresión y retrato de un pueblo sencillo pero carismático e inquieto que ha logrado aparecer a lo grande en el mapa y en los medios, con mediáticos eventos culturales y lúdicos que ya quisieran para sí poblaciones miles de veces mayores en relación a mi modesto aunque ubérrimo pueblo.

Curiosidades y anécdotas las precedentes más que suficientes como para no asombrarme de hechos en otras partes inauditos que no en mi pueblo y sentirme orgulloso hasta el orgiástico empacho de venir de donde vengo en familia y vecindario.

Y tiemblen de nuevo los de mi pueblo con mis sueños, porque volví a soñar una noche que en mi pueblo no se derrumbaría jamás el edificio de la ilusión trascendente y permanente, no dejando nunca de soñar con imposibles para nuestro pueblo y soñar además que un día se cumplirán todos esos sueños. Que no paren nunca mientras resista el mundo pues ellos han de seguir siendo ariete que derribe el portón de fortines donde habitan los milagros accesibles. Otros sueños que prosigan el milagro en el que se ha convertido Santibáñez, gracias a los vecinos de antaño y también a los de hogaño. Muchos, demasiados diría yo se nos están yendo, pero eran, son y seguirán siendo de los nuestros y desde luego no querrían ver al pueblo despoblado o muerto y si hubiese de suceder que fuese porque el mundo agoniza. El camino nos lo marcan las fotos en sepia de la mitad del pasado siglo donde se muestran milagros que antes fueron sueños.

En fin y aprovechando que el Tuerto continúa con su curso por Santibáñez, los de mi pueblo ya sabéis de mis otros muchos y locos sueños a la espera de próximos milagros. No hace falta que os los recuerde, ¿verdad?. Bueno, el próximo quizá sea un nuevo puente con pasarela peatonal, para lo cual convendría convocar un concurso infantil de dibujo-diseño con este tema, para que sean los niños quienes nos den la idea. El ganador tendría placa honorífica para perpetuar su meritoria obra. Si es que mi estado febril no ceja.

Nota. Puede que el presente opúsculo adolezca de rigor histórico, pero mi pretensión es más evidenciar el admirable trasfondo psicológico y perfil de un pueblo envuelto en la modernidad más actual sin despeinarse y a la chita callando, así como toda una encomiable historia tras él. Os amo con toda mi alma.

Nano Miguélez Castrillo

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