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28 junio 2024

(₸X) Razones psico-sociales del atractivo de los famosos



Se dice en los ámbitos especializados que los medios de comunicación, otrora conocidos también por los “mass media”, son los instrumentos de control social por excelencia. No obstante, y aunque al respecto existan pocas dudas, conviene precisar tal afirmación, pues mi labor como “buceador” de la objetividad no ha de ser simplificar los contenidos, y sí hacer un análisis riguroso de los mismos. Sería absurdo, por tanto, presentar como ciertos tópicos radicalizados a su favor o en su contra. En efecto, son los “mass media” los que a través de la potenciación de una serie de valores como atractivo físico, popularidad, estatus económico (ostentación, lujo, comodidad desmedida, etc.), y otros; mitifican a una serie de personajes, presentándolos al mismo tiempo como modelos a imitar. Y hay en ello muchas veces un verdadero trueque en la jerarquía de valores, anteponiendo gratuitamente -por ejemplo- el estatus o el atractivo físico, al valor intelectual de las personas. Pero no es en el medio donde radica la presunta maldad (por más que muchas de sus producciones nos parezcan ridículas), sino más bien en la utilización que de él se haga y las consecuencias que de ello se deriven. Bajo esta perspectiva, los “mass media” serán una realidad más que habremos de tolerar y al mismo tiempo aprovechar. La cuestión es cómo afrontar las influencias que dichos medios ejercen sobre nosotros. Así, ni los “mass media” son manipuladores, embrutecedores, etc.; ni son la panacea de las sociedades modernas que forman y hasta elevan el nivel intelectual del receptor. No. Todo depende. Y depende siempre de la actitud de quienes reciben el bombardeo de información, dando por supuesto que hoy en día el estar informado es un bien.

Las diferentes conductas que se pueden adoptar ante estos medios las podemos categorizar, siguiendo a David Riesman, en dos clases. Unas serían las propias de los individuos “introdeterminados”, entre cuyas preocupaciones están la seguridad material y la adaptación a las circunstancias de forma adecuada, tanto individual como socialmente organizados. Otras corresponderían a los “extradeterminados”, ocupados sobre todo en la adaptación a las otras personas (aunque afronten las propias circunstancias de forma precaria), en doblegarse sin autocrítica a las nuevas ideas y modas, en estar de acuerdo con la mayoría (“fundirse en la multitud”), etc. Todo ello con una actitud absolutamente tributaria de los medios de comunicación que los informan, forman y “deforman”; es decir, modelan y perfilan sus comportamientos de manera determinante.

Esta sociedad nos exige ser fundamentalmente “extradeterminados”, pues de otra forma perderíamos no sólo el sentido de realidad, sino también el de integridad para la supervivencia (aprovechar en beneficio propio lo que tales medios nos ofrecen), y así mismo el de modernidad en su sentido auténtico (no en su constreñido significado de “tecnología punta”). Sin embargo, entre las categorías reseñadas puede distinguirse una tipología de personajes cuyos comportamientos estarán más cerca de una u otra. Así, podemos hablar de individuos “racionalmente críticos”, de individuos “resentidamente críticos” y de los “acríticos” o papanatas. Los “racionalmente críticos” se caracterizan por un conformismo -o inconformismo- consciente y selectivo, expresado en conductas adaptativas, que no siempre querrá decir adaptadas. Serían los modelados con autorretoques, más bien “introdeterminados” y críticos. En el substrato psicoanalítico habría un yo-ideal realista. Los “resentidamente críticos”, o modelados a puñetazos -si se nos permite la figura-, son de un inconformismo resentido y radical. Se aferrarán a todo tipo de violencia, olvidando (muchas veces gravemente) que la supervivencia individual y cósmica pasa de forma ineludible por la sociabilidad y la tolerancia. En el transfondo psicológico habría un yo-ideal vengador, que actuaría de forma contraria o antitética a los modelos presentados por los medios. Se definirían también como los “extradeterminados contrainfluenciados”. Por último, nos referiremos a los “acríticos” o modelados sin autorretoques. Su principal rasgo es un conformismo "extradeterminado" y autodefensivo. 

Los manuales de Psicología Social dicen del conformista que se caracteriza por ser intelectualmente poco eficaz, poco maduro en sus relaciones sociales, más rígido y autoritario, así como más necesitado de aprobación social que el no conformista. La mayor preocupación del sujeto “acrítico” no es ya la inseguridad material (que también) o la adaptación a las circunstancias, sino la adaptación a las otras personas. Éstos son los más influenciables y, en general, suelen haberse creado la necesidad de aprobación social por la vía simplona de aparentar estatus similar al de los adulados, o bien de formar parte de grupos “in” o de corrillos políticos de grupos generalmente mayoritarios, donde no son sino simple número. Ellos son la viva expresión del abismal paso dado de la era de la producción, a la era del consumismo total e indiscriminado que les lleve -siempre- a ganar consideración y prestigio social. Y digo de su conformismo que es autodefensivo, por cuanto su escasa capacidad crítica, de iniciativa original y su deficiente capacitación global los convierte en individuos eternamente insatisfechos (frustrados, a pesar de su terreno y casita de campo), cuya identificación es a través de un yo-ideal iluso. Son la chusma. Ésa que acepta como bueno que le emplumen un estricto problema de algún político con la justicia, no siendo en absoluto ni responsables ni beneficiarios. O aquélla que se escandaliza de una pelea de lucha libre infantil consentida, y no sólo no mueve un dedo, sino que también desprecia a una heroinómana sin hogar. O ésa otra tan estúpida que juzga con regocijo un divorcio de cualquier “pavo” famoso y critica sarnosamente el de su vecino. O muchos de ésos otros que van detrás de pancartas con lemas que debieran importarles un pimiento (o la huerta entera), pues a la mayoría de oficiantes que se manifiestan no les traerá ventaja alguna. Por supuesto que hay excepciones, y éstas son algunos casos concretos donde las pancartas rezan lemas donde se reclaman salarios atrasados o donde se defiende un trabajo concreto, siempre y cuando -claro está- los sindicatos establecidos tengan un papel secundario, aunque anden de por medio. En fin, tantas otras expresiones de gregarismo insoportable….

De lo expuesto hasta aquí deberá inducirse que es necesario encarar las influencias de los “mass media” con filtro “introdeterminador” y racionalizador. Se ha de ser críticos, constructivamente críticos hasta con la democracia, por cuanto nos ha demostrado -por ejemplo- que la justicia no es igual para todos. Por otra parte -no se olvide- quienes con más vehemencia griten incondicionalidades a su adulado, más limitados y hundidos en su miseria mental suelen ser, o llegado el momento serán los primeros en lanzar la primera piedra y en no socorrer al que con vilipendio cae de su pedestal. También conviene reflexionar sobre quién es más necio, el marginado que vocifera su drama en la calle, o el imbécil arrastrado que aparenta estatus, o dice formar parte de grupos “in” o de corrillos políticos. Entre el fariseo necesitado (de pasar necesidad, sin ser muerto de hambre), conformista e hipócrita; y la chusma violenta, ideologizada o no, me inclino por los últimos pues, con dignidad muchas veces, al menos vengan su drama. Al fin y al cabo, esta sociedad ha de recibir escarmiento y castigo de alguno de sus propios abortos. Y ellos pueden y deben despertar nuestra conciencia crítica, en estos tiempos drogada por un anestesiante sentido democrático, o por tanta tecnología punta.

Fin
El mundo según el Diantre Malaquías

1 comentario:

colo dijo...

Miguelez,una vez mas me deleito con tú pluma y estoy de acuerdo en casi todo. En mi comentario has de hacer tú las paradas pues en esto fallo un montón y lo siento.

Los mass media, son extraordinariamente bién utilizados por los políticos en el poder,especialmente por los socialistas que en esto son autenticos maestros, asi una gran mayoría de periodistas se pegan a ellos como las moscas en la miel, a cambio recibirán importantes davidas en la forma que sea. Que la ayuda de los periodistas pro progres en tv y prensa será efectiva dependiendo de quién reciba el bombardeo -es verdad, pero si alguien quiere saber el resultado que mire los casi ultimos 30 años en mi región,y si quieren saber mas del granero socialista que entre en cualquier pueblo y pregunte a cada uno de sus moradores...su opinión sobre los políticos, escucharan lindezas como estas...yo voté siempre y votaré a los socialistas hagan lo que hagan, o...yo soy socialista desde que mi padre me llevaba en los hue...osea que aquí las masas de votantes mayoría de origen campesino como yo, no se determinan por nada. Ni críticos ni acríticos. Muchedunbre moldeada, papanatas, chusma y todos los calificativos que se quieran en esta linea.

Yo cuando veo lo que está pasando... estatutos ronpedores,desastre económico, folclore de jueces y Zapo con su pandilla tomandonos por imbéciles digo...que país!