(Foto de Serafín Pan Falagán)
Lejanas campanas
sonidos melancólicos
que saltan montañas
cubiertas por la niebla.
Suaves y tristes tañidos
que suenan a lamento
y empañan mis ojos.
El pueblo queda lejos
y tiembla mi cuerpo de frío
aunque rebosa calor
de mi familia y amigos
el calor de esta mi tierra
el abrasante calor
que llevo conmigo
desde que siento el amor.
Todo esto pensé allí
embriagado del paisaje
con el eco de repiques
y mis sentidos en ti.
Mas todo llega a su fin
y hasta el lazo más unido
un día habrá de quebrar
por alguna de mis partes
y el tiempo devendrá
paulatina amnesia
mientras las partes que me queden
se restituyan, apenas.
Que no se las lleve el viento
que me aferran al recuerdo
de cuanto ya tuve
y aún tengo
pues nunca del todo olvido.
Navidad de 1976
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