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18 marzo 2024

UNA SOCIEDAD COPRÓFAGA


          

UNA SOCIEDAD COPRÓFAGA

El origen: Una dinámica electoral filosectaria

Avanzaba el siglo XXI y en las sociedades occidentales, de modo particular en la española, iba instaurándose un pernicioso dinamismo favorecido por un progresismo idiota y causante principal del efecto llamada hacia movimientos migratorios descontrolados, detrás de los cuales se ha ocultado a menudo un pútrido interés por captar nuevos votantes de mirada torva e implacable dios; en un caso, y en el otro exprimir el muy lucrativo e inmediato negocio con la mercancía redimida a buen precio.

Durante un tiempo las elecciones en estos países resultaban ser un festín de brillantes electores, con paga partidista o sin ella, qué más daba; pero todos beodos de alegría  por encumbrar ahí arriba a tan ejemplares y entregados políticos (de quienes habremos de estar al corriente de sus domicilios cuando aparquen la política para protegerlos de previsibles agresiones por parte de tantos fachas como dejó el franquismo), ante el enorme esfuerzo humanitario y caritativo realizado por ellos para redimir a medio mundo, paralelo abajo o meridiano a diestra (con perdón). 
Pobres incautos sin paga asignada aun ejerciendo de 'algo' en política (voluntarios les llaman), cuán inmensa responsabilidad asumís con vuestro voto a políticos no sólo de moral desalmada, sino también y en no pocos casos de cerebro espongiforme, o sea bobos profundos, cuyo único mérito es tener tripas -más que estómago- a prueba de reactor nuclear averiado.

Esa dinámica electoral filosectaria está en el origen y es el germen de una sociedad envuelta en mierda y en trance de tragarla a espuertas ante el abultado nivel comprometido en diversos y abominables lances políticos que están transformando un país hasta hoy decente en hediondo y vomitivo. Y tal es la peste emanada del muladar que allá donde los políticos meten la mano con intención de arreglar 'algo', acaban metiendo la pata para empeorarlo a niveles difíciles de reconducir por cauces de una deseable normalidad, hasta alcanzar el remoto límite donde ya no es posible ni lo 'peorable'. Se tome entonces por donde se tome y se coja por donde se coja, este país huele y mucho a mierda, mierda.

La abundancia de heces y excrementos se han multiplicado hasta casi llegar a desbordar el muladar y para aliviarlo pretenden con engaños forzarnos a comer de él, como a los niños cuando se les endilga una medicina acética como la aspirina. Es así cómo esta dinámica de voto nos ha ido llevando a una sociedad coprófaga en la que, a excepción de quienes viven de la política y sobre todo de quienes se aprovechan de ella (sociópatas de tomo y lomo, antes que inteligentes); los demás nos vemos obligados a comer la mierda depuesta (cagada, vamos) por esa ingente cantidad de votantes comemierdas, los cuales no sacan ningún provecho material con su voto pero sí nos llevan al resto a tragar con la ración pertinente, por las malas o las peores.
En demasiados casos (como para darles credibilidad intelectual y moral a estos tipos), el sentido de estas votaciones han tenido la única, mezquina e ínfima perspectiva de obstaculizar el voto a los que han dado en calificar como extrema derecha (Dios, cuánto fascismo  y olor a mierda rezuman ellos y sin enterarse).

Así pues es a la confusión de esas supuestas mentes privilegiadas dedicadas a la política (a saber qué tienen en la calavera) y a los que votan determinadas opciones presuntamente solidarias y redentoras de la humanidad, en teoría de los nuestros, en un ejercicio no se sabe muy bien si de cinismo, intereses oscuros (de unos pocos) o estolidez tan desmesurada que resulta difícil de entender hasta por los más dotados; a quienes debemos estar fomentando la credibilidad en un mundo infame  contrario a todos los principios de libertad y racionalidad de occidente que se nos viene encima sin remedio. En nada Alá será el más grande por doquier y esta sociedad nuestra irá a la ruina si no reacciona pronto. Esas madrugadas sagradas instituidas para el sacrificio llegarán cargadas de previsibles degüellosimpíos yacentes en barcas repletas de cabezas decapitadas sobre ríos de sangrecual religiosa ofrenda a un solo dios verdadero. Éste será el milagro santo y seña de la única religión lícita y permitida en ese mundo de tinieblas que está a punto de caer sobre nosotros. 

Los adictos a la secta, saquen o no provecho material de militar en ella y como si se tratara del “silencio de los borregos”, tragarán mentiras oceánicas, nos mentirán con ellas también a los demás y hasta nos sodomizarán, militantes incluidos les venga o no en gana y contra su gusto en la mayoría de quienes no militen. En fin, no hay tregua a los extraños e indigeribles derroteros por los que nos meten y someten, según dicte el jefe y guía, configurándose una sociedad tan apestosa como imposible es creer en su existencia de no padecerlo en chichas propias. 
 
La razón demolida

En alguna parte leí sobre la “argentinización” de España; esto es, lo que sucede donde se haga cuanto se haga y como se haga siempre saldrán elegidos los mismos y ocurre cuando se votan ideologías antes que ideas, reflejo descorazonador de la acechante “sectarización invasora.
Nuestra sociedad ha entrado en una fase de  implantación forzada de lo "woke", mejor expresado “bodoque” o filosofía vital de mentes hueras, con la implacable censura de cuanto no cuadra con su visión y la persecución de lo políticamente incorrecto. Vamos  camino de la prohibición del pensamiento libre, la imposición del modelo manipulado de ciencia, el señalamiento para instaurar la ausencia de reacción por parte del pueblo avasallado y burlado hasta la iniquidad; frente a atropellos como impuestos desorbitados con la patética excusa del cambio climático y las nuevas tendencias en alimentación, respecto a lo cual hasta intentan hacernos creer que los pedos de las vacas son ponzoña para el planeta. Qué barbaridad y qué barbarismo de mundo. Y ellos sí, ellos pueden comer de todo, en tanto a nosotros nos cuelan como supuestas delicias y productos respetuosos con el clima ágapes de gusanos, dádiva de Billy Puertas. Es a estos monstruos dedicados a los negocios y/o a la política a quienes debiéramos adscribir de modo irrenunciable a la obligada presunción de culpabilidad para ejercer cualquier cargo, así sea sólo asomo de algo público. 
 
Y mientras nos predican respeto por el planeta, se multiplican los teclados con las letras borradas y han de sustituirse tres veces al año, patinetes asesinos difíciles de borrar de la faz de la tierra, artefactos diversos y abundantes, todos -llegado el caso- necesitados de un consumo excepcional de energía para reciclarlos, los cuales dicen haberse inventado para cuidar la salud del planeta y atajar la crisis climática (como ahora la llaman), eso sin entrar a detallar el consumo de combustibles fósiles en sus aviones particulares con los que hasta al baño van si les da la ventolera. Campesinos a quienes obligan a vender el ganado, viéndose después en la obligación de abonar con estiércol comprado porque sin ganado ya no tienen quien lo genere de modo natural y por mucho compost que haya podido almacenarse nunca llegará para un pleno y eficaz estercolado. Ganaderos que por la ley de bienestar animal han debido encarecer sus productos en el mercado de las carnes diversas y lo seguirán haciendo. 

¿Pero todavía hay quien no se haya dado cuenta de a dónde pretenden llevarnos?. ¿O tal vez no será éste el cansino tema con el cual persigan domarnos y llevarnos a su terreno como ovejitas luceras?.
Ministerios inútiles como el de "igual da" que tanto da, cuyo único oficio es ocuparse en multiplicar géneros, sexos, especies de chufla, rechufla y cuchufleta, además de  fomentar el sexo cambiante en cerebros  menguantes. Su grotesca existencia no ha pasado de tomar decisiones, una tras otra a cuál más estrafalaria, para troncharse uno de risa en dos mitades (claro, con la gente que lo  ha ido poblando pues no puede ser para menos). De la mayor parte de sus pobladores podría decirse  lo de "aquellos polvos que debieron ser abortos, con toda la pinta de haber llegado al mundo por vía incorrectal; esto es, incorrecta por rectal" y -miren por dónde- hoy nos gobiernan, mundo cruel.
Es una intolerable verdad el señalamiento y apartamiento del distinto, por más que éste doble en lucidez a quienes lo tilden de fascista y me lo enrolen así por las bravas como miembro de la panfascista extrema derecha; ignominia con la que los señaladores sí cargan a espuertas y ni se enteran porque no saben ni escribir fascista, sólo lo berrean. Ellos sí son auténticos fascistas. No hay ni creo que haya habido más beodos de pensamiento único e ignorantes hasta la saturación que esa turba de grotescos e irrisorios manifestantes en apoyo de Hamás, qué hilarante. Angelitos de Alá éstos e imbéciles que no sabios aquéllos sus corifeos y sus lacayos.

Otro negocio cuando menos oscuro es el de los vividores con patera propia, financiada por el estado en la declaración de la Renta, y las ONG’s nido de traficantes de negros o asimilables, más inmorales unos y otros que los habidos en pasados siglos, embarcando en el reparto del negocio gente por tramos, hasta el punto tal de haber construido una industria infame nada altruista como pretenden colarnos. Cuando en el resto de Europa empiezan a poner cupos de extranjeros y no sólo los países de Visegrado, en España entran  por arrobas  y sin control alguno, convirtiendo a quien ose ir temprano a comprar el pan las madrugadas del domingo en un auténtico desafío a peligros reales, momentos de los cuales yo alguna vez ya tuve experiencias de escalofrío, frente a esos bárbaros desatados acometiendo con todo lo que se cruzara en su camino y con cualquiera que les recriminase (o no) -qué osadía- sus comportamientos. No es caer en el error ni en el engaño reafirmar el acechante peligro cierto en los países con políticas blandas sobre estos viajantes sin escrúpulos, tan escasos de éstos como tienen sus transportadores e incluso menos, que ya es decir. 

La prensa toda, la escrita, la hablada y la visionada que esputa tonterías a granel, muy en particular sobre ese mundo de bacterias, virus y análogos, todo según dicta la ciencia (¿qué ciencia?) y nos predican los expertos, de haberlos en algún rincón del rigor más bien ausente. El campo de la prensa lo constituyen además muchos y variados temas sobre los que se lanzan con un riguroso furor 'cientifista' (o así) pues, como ya se sabe, el periodista es aquel personaje que escribe sobre todo sin saber nada sobre nada. Y vaya con la escandalosa implicación babosa en la que se 'refolcigaron' con la 'plandemia', qué partidismo más ruin e interesado (la pasta es la pasta) hasta llegar al insulto, pero claro, según Platón el insulto degrada a quien lo profiere y enaltece a quien lo recibe (eso no parecen saberlo). En este experimento social devenido en suceso de tragedia universal se vio la auténtica calaña de la mayoría de la prensa y de bastantes secuaces que secundaron la mentira a cambio de unas monedas.

Y aún nos falta por tratar el dichoso fútbol y sus polémicas. Para empezar entraremos en el  inevitable
tema de los muy reales escándalos arbitrales, como otra expresión más y mayor de la mierda circundante que ya casi nos entierra. Los árbitros se han confabulado para defender la dignidad y la honradez de su colectivo, pero sobre todo para proteger y resguardar sus privilegios y generosos emolumentos alcanzados con trampas y engañifas, bien mangoneados de otra parte por esta sociedad asquerosa a la que también ellos pertenecen y contribuyen a su pestilente naturaleza. Qué peste.  
Esos escándalos arbitrales que como hienas malheridas o al olor de caza ajena tratan de tapar todas las falsedades cuesten cuanto cuesten, o esa facilidad conferida por las autoridades pertinentes para trocar y manipular lances, amonestaciones, tarjetas u otras vicisitudes propias del juego. Véase la línea argumental del asunto. Si alguien se queja a un árbitro (con razón mayor o no tanta, da igual) de haber sido pisado en  un pie, el árbitro de turno va y alega culpando al pisado que fue éste quien puso su pie bajo el pie del pisador y además con la mala intención de pretender fingir y burlar su autoridad, vaya a ser. 
      
Quien esto escribe algo entiende de fútbol y admite que ese club ya conocido de todos por ventajista y tramposo también alcanzó grandes y justas victorias porque en sus filas militaba un prodigio de futbolista. Pero así y todo en el colmo de lo burdo y sin asomo de un mínimo de lucidez lo que estos zumbados mamarrachos han conseguido y siguen en ello es manchar la brillante y -casi- impoluta trayectoria de este genio llamado Messi (yo también, muy alejado como estoy por higiene mental de ese club fantoche, le reconozco el portentoso mérito de ser el mejor futbolista de la historia). Haber tenido adscrito a este mítico jugador en las filas de este equipo me costará digerirlo, pero lo entiendo también -después de todo- como un lance inteligente por parte de esta institución de enfermos, aunque en su muy limitada inteligencia en no pocas veces a punto anduvieron de ensuciar sin remedio la figura de esta celebridad y echar por la borda las justas bondades ganadas por tal prodigio, muy bien venidas por cierto para mejorar la paranoica y mediocre historia de un club siempre segundón.

En cuanto a la última maravilla deportiva, esto es el fútbol femenino, vemos que se 'empoderan' haciendo ridículo tras ridículo. No paran de darnos sobresaltos, uno tras otro, sin respirar ellas ni dejarnos respirar a quienes las seguimos un ratín (mientras las aguantemos), dado lo cual hemos de concluir una vez más que a estas muchachas no les falta un hervor, les faltan muchos hervores y en caldera de matanza. Son ya varias las ocasiones donde quedan con el culo al aire, para más escarnio de esas tan reivindicativas jugadoras, pidiendo cobrar -qué osado horror- al nivel de Messi o Cristiano Ronaldo  (como si ellas generaran ingresos remotamente comparables a los de este par de jugadores), en tanto al Vilda -so machista o a saber qué- se lo llevan de lucero precisamente a Marruecos. Al presidente de la RFEF ya habrían de haberlo largado hace tiempo, mucho antes del tan irracional y sin sentido ni consentido affaire del ósculo del culo. Pues no, van y lo hacen ahora en una patética ceremonia de caza de brujas y traicionado por los 'pogresistas' que lo ascendieron al cielo y lo contuvieron ahí arriba contra viento y marea en la tierra de aquí abajo. Pero qué peste, señor, qué peste.

Irrupción de los indeseables en la sociedad coprófaga

Y llega el emético turno de estos indeseables y patéticos supremacistas de la deplorable Catalunya (no sé muy bien qué se verán aparte de la mierda expelida, aunque con muchos euros atracados, claro). Si por algo destaca este lugar es por el elevado número de enajenados mentales donde sobresalen historiadores capaces de retorcer la Historia y convertirla en risible al darle cuna al mismo Shakespeare en Mollerusa y a Santa Teresa meterla de centrodelantera del F.C.Barcelona femenino. No sigo porque la risa puede provocarme tendinitis hasta en las orejas. 
Claman por otra parte en busca de apoyos internacionales ridículos y contranatura para enmascarar su perfil de auténticos racistas excluyentes, convencidos de ser raza superior (no se sabe a cuál debieran pertenecer de tan alta alcurnia), cuyo objeto es enjabonar y blanquear su integrismo supremacista con un victimismo que ni los integristas prosarracenos de los angelicos de Hamás mejorarían en dramaturgia. Me producen vómitos y a la intelectualidad que los comprende y sustenta, tal vez por no ofender a alguno de los  descarriados aún capaces de aportarme algo  interesante en la vida, les conminaría a hacer una honda reflexión sobre si saben a dónde nos están llevando con su descarriado voto. Para rematar la devastación democrática, la amnistía ha venido a significar  como una bomba dispuesta en la sala de estar de la España pacífica, con la sombría consecuencia de un inconmensurable deterioro de la libertad y por ende de la democracia en general.

Sinceramente, empiezo a pensar y sentir que lo más saludable sería largar a estos indeseables de nuestras vidas y cuanto más lejos mejor. Todos perderemos pero ellos mucho más y si lo dudan pueden probarlo, a ver cuánto resisten sin rendirse a sus opresores. De verdad, me conocéis y sabéis de mis ideas, pero creo que la salud mental de los más normales nos exige alejarnos de esta peste. Que se vayan de una puta vez. Que se vayan. No sé si serviría de mucho porque llegado el caso nos vendrían con la cantinela del "no nos quieren". Son inaguantables, por Dios. Y ojo, tomad nota los que seguís votando con la fatua excusa del mal menor a quienes favorecen esta sinrazón con sus políticas falsarias, pues lo que menos les importa es la ciudadanía. Echémoslos. 
Lo siento porque a más de la mitad de los catalanes yo no los quisiera fuera de mi vida, pero los avecindados de inestable azotea ya han hecho del sitio donde pisan un lugar irrespirable. En cuanto a mí, ha llegado la hora de replantearme la existencia en el más amplio sentido de la misma, sin verme obligado a tener cerca  a estos descerebrados y que ni huelan céntimos de euro de mis impuestos (cuantiosos en número y algunos duplicados, corregidos y aumentados), los cuales por otra parte no son impuestos, son atracos constitutivos de una avariciosa sobrecarga recaudadora. Saqueadores para enorgullecerse con ellos el mismísimo Alí Babá. Qué asco.

Tómese el agua como ejemplo inicial de esa desfachatez impositiva. El precio ha subido como la espuma en una lavadora sin ropa y con tres botellas de jabón de Marsella. Se ha disparado tanto como para tomar la calle y levantarnos contra atracos tan descarados. Pero no ha acabado ahí el atropello y en el detalle de la factura denominado “reciclaje de residuos” nos han colado una duplicidad de conceptos, siendo al principio uno solo y a secas, “reciclaje de residuos” donde se incluía el amplio espectro conceptual del asunto, para ahora añadirle ese otro concepto de “reciclaje interior” (tratamiento de residuos interiores, dado por comprendido -supongo- en las facturas precedentes) al que asignan una cantidad casi idéntica a la que venía en las antiguas facturas por un único concepto de reciclaje, o sea, han duplicado el tema por su jeta de piedra pómez.
Otro impuesto que clama al cielo en la gloriosa Catalunya es un impuesto -por la jeró- de matiz ecológico o medioambiental (mejor lo nombraremos impuesto del CO2 a los coches), cuyo montante oscila entre 20 y más de 100 € al año. Constituye un auténtico atraco sacado de la chistera del pago de favores y perpetrado a través de “su” Agencia Tributaria particular, cobrado aparte por tal Agencia para gloria y premio guarro del gobierno del muy honorable baboso que a noviembre del 2023 regía los destinos de este pueblo con demasiadas cabezas cual azoteas agrietadas y con goteras.

Para ir finalizando el pérfido perfil de esta sociedad coprófaga y en un alarde de erudición tan presunta como presuntuosa, trataré de determinar con detalle una novedosa locución psicopatológica de mi cosecha a la que he denominado "el efecto borreguil" y de la cual espero sea acuñada en los términos exactos aquí expresados, señalando como autor a quien esto suscribe. Pues bien, tal locución cosiste en que cuando el verraco jefe de la manada berrea una proclama el resto de los puercos de la piara la repiten acompañándose de una cantinela muy parecida a la utilizada tiempo ha, cuando aprendíamos la tabla de multiplicar. Algunos de estos cantores de la proclama están pagados e incluso muy bien pagados para lo que hacen, en cuyo caso la asistencia al coro está muy justificada, pero el resto, la inmensa mayoría lo hacen única y exclusivamente por el gusto cantor de expandir gratis su borreguil condición 'pogresista'.
Otro suceso en esta línea borreguil volvió a ocurrir en Montjuic el 28-10-23, cuando tuvo lugar el clásico o como lo llamen. Terreno virgen de puta madre, plátano en mano y aspavientos de macaco. Dónde si no, vivero de lo Negreira, oscureira, marraneira y los bobos (auténticos o postizos, que de todo hay) ni se enteiran.
Lean y tomen muy en serio este escrito. Cuando el efecto borreguil se masca, bien en unas gradas de campo de fútbol, bien en un programa de radio y/o televisión o discutiendo con el vecino y alguien del rebaño dice beeeeh, detrás aparecerán miles y hasta millones de beeeeh’s con el consecuente resultado de haberle roto a Vinicius o a cualquier otro una rodilla e incluso matarlo y acusarlo a él de provocador por tener rodilla, qué morro, o hasta de tener la osadía de vivir.

Y detrás de todo esto no está el acusado como víctima protagonista, sino aquéllos siempre ofendiditos aún después de haberse gastado millones de € para untar a árbitros, con el fin de amañar la competición o quizá solamente para que los del silbato vayan bien vestiditos por la vida. Qué gusto y cuánta donosura por parte de esa asociación futbolera infectada de majaras con simples hechuras al mando de un algoritmo del tipo "más que un club" (o tal vez ni eso ) y no de una entidad deportiva. Por supuesto, no se extrañe nadie de ver cómo puede llegar a ocurrir esto con mayor virulencia allí donde probablemente tengamos entre nosotros el manicomio a cielo abierto más grande de Europa, el predio y vivero de lo Negreira. Estamos a un tris de caer en unos extremos con el peligro cierto de suceder algo muy grave y en aplicación del efecto borreguil valdrá la excusa de no matar al mensajero que incitó al espectador más simio a berrear el primer beeeeeh y otros subterfugios evasivos  que en verdad ya fieden.
En una sociedad así, unos más y otros no tanto, nos tocará ser partícipes obligados del banquete de la mierda, pues aunque nos rebelemos alguna nos tocará tragar. Sin embargo algunos no la probarán con cuentagotas, sino que se la tragarán a espuertas, pregonarán su dicha y privilegiada vida a los cuatro, cinco o seis vientos y para remate volverán dichosos a votar en insufribles elecciones que estos comemierdas (los que no cobran de un partido pero lo votan en lugar de botarlo) han instituido y plantado en nuestras vidas como la más indigesta de las repúblicas bananeras, con capital en cuídate de su mierda, si puedes. 

¿Y si fuera cierto que tanto Catalunya como el País Vasco no pudieran pagar sus pensiones sin la solidaridad mancomunada por ley del resto de regiones españolas?. Y si eso fuera verdad, ¿dónde queda esa solidaridad y empatía con quienes nos ha tocado la china de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado?. No sé si me podré creer que se nos haya querido algo.
Como colofón de este escrito les hablaré sobre los desastres de películas, series, programas televisivos o de plataformas diversas que ya no divierten ni a las ovejas. El "woquismo" puro y duro como la mierda del estreñido. Se dirá y con razón que lo mío son planteamientos de viejo caduco o cuando menos pureta. Pues sí  y me alegro porque con esta actitud estoy pasando a buen recaudo las ganas de seguir viviendo en un mundo de inmensa mediocridad, tanta como para superar con creces el muladar de  mierda generado por esta sociedad ya coprófaga que dejaré atrás con mi muerte. Bendita muerte.

FIN


12 marzo 2024

(₸X) Erótica y poder


Juego de conceptos

Desde el punto de vista de la Psicolingüística (ciencia por cierto que han prestigiado investigadores como el ruso Vigotsky o el norteamericano “rojo” N. Chomsky, entre otros), ¿qué significación encierra el sintagma “erótica del poder”?. Para esclarecerlo deberán someterse a disección semántica los monemas ERÓTICA y PODER.

Según los diccionarios al uso, erótico es lo concerniente al amor, pasión amatoria, amor sensual exacerbado y otras nociones que de momento no aclaran nada. El poder es dominio, fuerza, vigor, posesión, facultad para mandar o ejecutar una acción. Como se ve, la concomitancia entre los términos empieza a asomar. En cuanto al poder específicamente político diríase que es la potestad rectora y coactiva de la sociedad convencional, la cual es la única que se beneficia del monopolio de la fuerza armada para, en última instancia, imponer su autoridad en aras del bien común ¿…?. Por tal se forma parte de ella de oficio, es decir, se quiera o no. En definitiva, poder es fuerza para obligar y lleva implícito otro concepto no detallado hasta hora, la autoridad, que es el derecho y legitimización para ejercer el poder. 
Hay dos vías para acceder al poder: el dinero o la política. La primera exige esfuerzo personal, capacidad para invertir y evaluar el riesgo (que siempre lo hay), inteligencia y méritos; todo ello al margen de la política, si bien ya se sabe que ambos poderes tienden a entrecruzarse, a confluir, a buscarse y colaborar en intereses más o menos (más bien menos) transparentes. Para acceder al poder por la segunda vía puede que en algunos también haya méritos y hasta ejercicio de la inteligencia (lo que más abunda en esta casta son los listillos), aunque por lo general es una senda mucho más fácil y sin apenas riesgos para el aspirante (no suele apostar con su dinero). Basta morro, muchísimo morro, un morro con callos y a prueba de guindilla picante “restregáaa”. Ya me dirán qué otros méritos atesora ese virrey amontillado (que fue) de un “taifato” del N.E. de la península ibérica, con independencia de ser más o menos estudiado, que esto me trae sin cuidado y además entiendo lo de la igualdad de oportunidades (merecidas, en todo caso). 

A partir de aquí, la imagen que de los políticos dimane del presente artículo podrá suscitar contrariedad o hasta radical rechazo en algunos. Pues bien, en ciertos temas no suelo rehuir la batalla dialéctica y me encantaría guerrear con algún interlocutor defensor de políticos. Quisiera saber sus razones. Nada, por hablar sólo. Pero ahora tan sólo se trata de exponer un humilde análisis psicosociológico, con ese puntito de ironía imprescindible para mantener la cordura (ya se sabe, la ironía previene contra la ira), puesto que los tiempos que corren y los consuetudinarios eventos que traen consigo lo merecen y hasta lo exigen. Insisto, cuestión de higiene mental. En cualquier caso, quien a mal tome lo que lea considere que tiene un problema muy suyo. Quizá deba revisar como poco su grado de tolerancia, cuando no otros aspectos de su personal dotación. 

La profesión política 

En la sociedad política se integran dos categorías de individuos. Unos son los profesionales más o menos declarados, gobernantes que sostienen el poder y contragobernantes u oposición manifiesta, que aspiran al poder. Otros, los gobernados, quienes las más de las veces sufren el poder. Obviamente son los primeros el objeto de este análisis. ¿Qué son los políticos?. ¿Quiénes son?. ¿Qué características y atractivos tiene el poder que algunos de cuantos lo ejercen no lo sueltan ni “sodomizados”?. Sí, nos dicen que es muy sacrificado pero, visto el escaso estoicismo de la clase política, uno duda que sea carga tan pesada. 

Todo individuo tiende a intentar alcanzar su propia “perfección” y el motor es el combate interior entre un deseo de dominio y un sentimiento de inferioridad. En el centro estará el equilibrio. A la sed adquirida (no tanto innata) de honores, de consideración, de dinero, de seducción, de logros intelectuales o físicos (“necesidad de logro” para Mc Clelland), de calidad de vida en última instancia; se oponen la mediocridad, el sueldo magro, las decepciones del sexo, etc. Y la posesión del poder permite satisfacer muchas de aquellas ambiciones y soterrar otros tantos de estos últimos conflictos convertidos en complejos. Nada mejor que subirse al carro de un poder que obliga e impone para satisfacer frustraciones que se sienten irresolubles desde la individualidad y la auténtica autosuficiencia. Y aquí entra en juego la ley de las compensaciones. Un mediocre abogado o un médico torpe pueden llegar a ser excelentes políticos, del mismo modo que un hombre “pelele” en casa tal vez ejerza de temido comandante en el cuartel. Soy consciente que cada cual es lo que es, en función sobre todo de fallas en la propia personalidad, susceptibles de ser compensadas o sublimadas. No es para que se interprete literalmente -por favor-, pero de alguna forma el arquitecto lo es porque teme morir aplastado por un edificio mal construido, el endocrinólogo por pánico a la obesidad y/o a la seborrea, al psicólogo lo hacen sus complejos (se sorprenderían …), etc. Otros, en fin, son lo que les dejan ser. 

¿Qué son pues los políticos?. Cuando menos pretenciosos. Puede pensarse que éste es un oficio neutro, pero no. En este oficio el aspirante se arroga (legitimado como mal menor en las urnas) la capacidad de dirigir, cuando no de mangonear a la colectividad. ¡Como si todos fueran capaces!. Dicen los psicofisiólogos que los políticos tienen un nivel muy alto del neurotransmisor llamado “serotonina” y, aunque desconozco a día de hoy la relación causa-efecto entre las variables en juego (no sé si la “serotonina” hace al político, o es el político quien desboca la síntesis de “serotonina”); es por ello -si acepta el lector la broma- que veo la profesión política un tanto delirante y “de alucine”. Algunos se caracterizan por un marcado narcisismo, otros son avaros, mesiánicos, redentoristas, los hay que buscan gloria y boato, o bien bombo y resonancia para unas ideas decimonónicas que hieren la más elemental lógica de supervivencia (algún día escribiré tanto de nacionalismos, como de imperialismos). En fin, políticos son aquéllos que tienen algo muy particular o quizá mucho que olvidar, compensar o sublimar. Téngase en cuenta que un significativo número de ellos aprovechan las prebendas del poder para obtener adulación, riqueza, prestigio, etc; en definitiva, la satisfacción de un “ego” que otros han obtenido a través de su lucha personal, orgullo y carisma propios, osea, sin ayudas del poder. Desde este punto de vista, es más ejemplar el estatus de un Sabina -por ejemplo y que no cunda- alcanzado por sus medios, genio y paciencia, que no el de Sr. Número Tres del Partido, así sea el estatus de éste “servidor público” siete veces superior. 

Por supuesto que no todos los políticos son iguales, ni todos se dedican a la política por torcidas intenciones. Cierto. Pero considérese que el poder es siempre investido y quien a él aspira, tanto por lo que el poder significa, como por la utilización que de él se hace, es de por sí extraño y no siempre (o casi nunca) de limpios propósitos. Otra constatación: claro, llegan arriba los más capacitados, pero sólo de los que aspiran, entre los cuales no es frecuente encontrar a los más inteligentes de una sociedad (recuerden lo del abogado transmutado ahora en político). En este contexto la palabra capacitado debe entenderse como ambicioso, frío, calculador, constante, de astucia filopsicopática (que es inteligencia pero unidireccional y perversa) y sobremanera cínico, muy cínico. Creo que el cinismo es la palabra que destaca y mejor define a gran número de políticos, el cual parece inmunizarles contra la crítica y anestesiarles contra la autocrítica, de modo que pasan (y algunos hasta se lo creen) por “servidores públicos” competentes, cuando de lo único que sí parecen capaces es de llevar a la ruina integral (moral y económica) a la comunidad donde gobiernen, con tal que a ellos no les muevan la silla de mando. Cinismo que escalofría como una navaja barbera en manos de un fígaro convulso, y del que resulta un incomparable espécimen ese “renegado cordobés amontillado de estómago cortés”. Convénzanse, en el haber cultural de algunos no encontrarán nada más allá de esa maquiavélica sentencia de... “el fin justifica y tal y tal...“, que tan bien han aprendido (a eso llegan) y que ejecutan con la frialdad de un témpano en plena glaciación. Por otra parte, si alguien de los que acceden a lo más alto de la cadena de mando tiene un cierto mérito, éstos son los líderes; a la sombra de los cuales crecen otros no siempre capaces y a los que sólo la inercia de las masas, su apatía e ignorancia, su irracional y necia reverencia por los políticos, aúpan a un poder que luego éstos pueden desacreditar con decisiones a todas luces de una incompetencia supina. Pues no hay ejemplos…, para quien quiera verlos. 

La erótica 

Ahora bien, como ya quedó apuntado, todo es válido y legítimo mientras no se olvide la pretensión del buen gobierno, en equilibrio ajustado entre lo que se es, y a lo que uno se debe (a una comunidad plural, sí, plural). Es decir, todo depende de cómo se ejerzan las diferentes funciones que en la sociedad están establecidas. Pues los hay que cuando colman sus aspiraciones personales se olvidan de gobernar si ello no les reporta beneficio. Y como políticos, tanto más mediocres serán cuanto más conformistas, ya que el poder es por definición no tener a nadie por encima de ti. Y ojo con los instalados que traducen a su antojo y conveniencia las aspiraciones de los militantes y el pueblo llano. Ellos son el verdadero peligro para la democracia. Cuando se pierde la honestidad intelectual más o menos brillante, y cuando se producen abusos o escándalos se pone en peligro la democracia. Aquí ha podido estar en peligro, pero no tanto por el terrorismo o las huelgas y movilizaciones, sino por un rosario de sangrantes y continuadas corruptelas que ofenden hasta la más elemental de las inteligencias. Sin embargo, cuando correspondan elecciones o ellos decidan convocarlas, en nuestras manos está aplicarles el severo correctivo de la abstención masiva, verán cómo tiemblan. Por fortuna, el ruido de sables (ante el que serían los primeros en abandonar el barco cual ratas en un naufragio) parece haber quedado ya muy lejos, aunque el espanto los paralizaría de igual modo, “por si acaso”. No, si la situación no pinta muy fea, irse no se irán, pues con la excusa de que quien no vota es porque no quiere se justifican y echan balones fuera, aferrándose al poder con las garras tan afiladas como las del buitre que ha olfateado carroña. Y háganlo antes que desmantelen el estado, pues uno sospecha que ciertos políticos podrían estar ya embalando hasta los muebles de propiedad pública para llevárselos. 

Si se da un paso más en la clarificación de la inicial concomitancia entre los términos en estudio, habrá de señalarse que la relación entre uno y otro estriba en la utilización de la política para satisfacción de un “ego” claramente inflado de una presunción y narcisismo, con frecuencia fuera de lo racional. A pesar de lo expuesto, algún lector habrá que exija mayor concreción en cuanto a la erótica. Pregunto: ¿quién, siendo octogenario y fuera de las medias o altas esferas del poder político y/o económico puede gozar de hembras tan rollizas como las que algunos de ellos lucen?. ¿Acaso algún socialista habría soñado nunca requebrar a nietas del mismísimo General (o, según para quién, del mismo Generalísimo)?. Que nadie se engañe, los poderosos lo tienen mucho más fácil para fornicar y lujuriar con sutilezas e instrumentos varios. En el caso del político porque, aparte de poder salir de la hambruna o directamente “forrarse” con su "altruista" oficio, además legisla y marca el camino a los otros ricos de los que muy pocas veces no saca sucio provecho. También son los sujetos que suscitan adulación, reverencia y mito en babosos (y babosas) y mamones (y mamonas), tan proclives ellos (y ellas) a la adoración por fe (¡qué necios!) o por cinismo puro. Incluso estas escaramuzas, con el sexo de por medio y como actor principal, se utilizan para medrar y ascender puestos en el escalafón, lo que convierte a los vocablos “mamones” y “mamonas” en nada banales y sí cargados de significación tan connotativa como literal. Yo mismo en su momento estuve tentado de seguir la carrera política por estas indudables ventajas, pero me dí cuenta que exigía una excepcional fortaleza orgánica y visceral, de tal manera que por dejar cadáveres (reales, en ciertos casos) a lo largo del trayecto no habrías ni de inmutarte. Y para esto ni estaba ni estoy preparado. En fin, el poder es una especie de nirvana a la que unos llegan por esfuerzo y méritos propios, en tanto que otros lo hacen a través de una senda segura y sin riesgos personales, porque se juega con dinero ajeno y además se cuenta con la adulación fácil que la autoridad comporta. ¿Hay o no erótica en el poder?. ¡Hala!, y a seguir prosperando que si los de arriba se las benefician los de abajo no catamos. 


El Diantre Malaquías 


07 marzo 2024

(₸X) Un enfoque psicológico de la sexualidad


La función sexual 

Sin duda, los primitivos pobladores de la Tierra no debían estar al corriente de los designios de Dios sobre la preservación de las especies. Con mentalidad científica, en el proceso de aproximación y maduración sexual del ser humano se intuyen fácilmente otros móviles. Debió ocurrir que una fuerte atracción entre seres en principio de distinto sexo (sin duda instintivo, heredable y susceptible de ser mejorado, tanto filogenética como ontogenéticamente) serviría de activador al proceso de “aproximaciones sucesivas” o “ensayo-error”. Por aproximaciones sucesivas al foco de placer, cada vez más certeras y gratificantes, debió llegarse al conocimiento del punto álgido de descongestión y satisfacción sexual a través del coito, que sin ningún género de dudas prometiéronse no dejar de buscar nunca más. El placer suele ser el mejor refuerzo y vehículo del saber. En lugar de la letra con sangre entra, la letra con risa entra mucho mejor. En las primeras relaciones sexuales hubo de primar más la satisfacción de una auténtica necesidad, que la procreación y la perpetuación de la especie. La toma de conciencia de esta última motivación, en principio vegetativa e intrínseca, por tanto inconsciente; es posterior y llegará con la abstracción, la racionalización y la expresión fenomenológica del hecho innato. Se sienta así la premisa que la sexualidad es instintiva y, con el tiempo, doblemente hedonista. ¿O es que acaso el saberse “perpetuado” no es otra forma, en ocasiones hasta retorcida, de placer?.

Sucede, no obstante, que por exigencias sociales más o menos razonables o principios religiosos entelarañados, se ha dado con frecuencia una perspectiva distorsionada de la sexualidad. El enfoque religioso ha sido y es especialmente manipulador. Su objeto es controlar represivamente uno de los principales factores de liberación, cual es el sexo lúdico que, junto al librepensamiento, han sido siempre los mayores enemigos declarados de las religiones. En la prohibición de la contracepción no hay más lógica que la supervivencia de estas multinacionales de la redención (hay otras no religiosas pero igual de dañinas que también lo son). Superpoblar la Tierra más allá del alcance de sus riquezas derivará en más injusticias, más desheredados, más hambrientos y, en definitiva, más carne a redimir y el subsiguiente aumento de la clientela a la que salvar. Por otra parte, a más reprimidos sexuales, más devotos de lo que sea. Está bien pensado. Pero también la sociedad nos atosiga por narices, ojos, oídos y cerebro entero con románticos valores “universales”. Tal el caso del amor colorista y por entregas, o el sentido “mágico” de la pareja (y tanto, porque el que puedan pagar la hipoteca entre los dos ya es pura magia), entre otros. 

Disfunciones sexuales 

Antes de entrar en el campo del discernimiento entre lo normal y desviado es conveniente fijar responsabilidades. Las conductas sexuales llamadas desviadas, o son producto de impuestas disfunciones morfofisiológicas (con escasa significación estadística), o bien son los prejuicios culturales (mejor, inculturados y que se irán pergeñando) los generadores básicos, no ya de desviaciones inevitables, sino también de las mayores perversiones y aberraciones. 

Por fortuna para el sentido de tolerancia no hay un solo criterio de normalidad, sino varios. En nuestra cultura, y según un criterio llamémosle “socio-estadístico”, podría considerarse disfunción cualquier comportamiento sexual que excluya el placer por coito, canalizado éste -además- a través de una pareja relativamente estable y con apariencia de fidelidad. Porque, ¿acaso no se juzga y se sentencia (de forma particularmente cruel a la mujer) por una infidelidad hecha pública?. Sin embargo, definir un criterio de normalidad cualitativo y transcultural más equilibrado es complejo y necesitará de matices muy específicos. A ello voy. 

Sobre la pareja, ya se sabe que es una herencia de ancestros, la cual sin duda ha mostrado las suficientes bondades en el proceso adaptativo y perpetuador, pero no es un valor en sí misma. ¿O es que una pareja desequilibrada no es al menos tan peligrosa como el engendro marginal que pueda legarnos?. Una frígida por vaginismo podrá canalizar su sexualidad por vías que no le resulten traumáticas, aunque no sean las socialmente aceptadas, y no por eso su relación será más perversa que la de una pareja formal pero malsana. Las apariencias salvarán el honor social pero no la corrupción psíquica del núcleo relacional. Con perspectiva psicológica, podrán reprocharse las condiciones en las que se ha criado un homosexual o un afectado de impotencia por etiología psicológica, pero no tenemos derecho a juzgar y sancionar sus conductas de adulto cuando viven su estado en equilibrio personal y relacional; esto es -entre otras cosas- sin hacer daño a nadie. Después de todo, ellos no son los principales responsables de su situación. Tras la que sería una interminable lista de “desviaciones” y perversiones laten serios conflictos afectivos y de relación. Hipócritas de doble vida y doble moral que desconciertan la razón de sus hijos. Padres que por sus lacras (brutales, dominantes hasta el aniquilamiento de la personalidad del otro, ambivalentes, neuróticamente superprotectores, posesivos, con visión culpabilizadora de la sexualidad, etc.) son desquiciantes modelos. Hay tras todo ello, en última instancia, una total ausencia de formación e información, una inexistente o desenfocada educación sexual, un medio familiar coercitivo e impositor hasta el despotismo y, en casi todos los casos, una feroz represión sexual.

La necesidad de educación sexual 

Sé que resaltar el papel de la educación sexual es contribuir a su mitificación (nadie se cuestiona ni se ruboriza sobre la necesidad de educación viaria), pero dado que pesa sobre este tema una fuerte visión tabú retorcida y/o necia es preciso hacerlo. ¿Y cuándo debe comenzar?. Desde el primer aliento debe favorecerse en el niño el conocimiento natural (en función de su curiosidad) de la naturaleza de los sexos, la aceptación del propio con sentido de realidad y el respeto por el ajeno. En primer término señalaría que la sensualidad en las relaciones entre padres e hijos es un placer limpio, absolutamente legítimo y deseable (contactos cutáneos, amamantamiento, calor, etc.). Sexualidad no es sólo genitalidad, es además genitalidad, pero descubrir los genitales, explorarlos de forma congruente y sin represiones cuando la curiosidad lo demande, notar su utilidad y gozo llegado el momento, etc. ; sexualizará sin traumas. Y cuanto más definida tenga su sexualidad un ser, menos manipulable será, condición especialmente útil para las mujeres a las que por la sexualidad se las ha tenido en situaciones de inferioridad, y entiéndase esto sin caer en memeces de insustanciales “igualdades”, pues no somos iguales ni falta que hace. Debe evitarse asociar órganos genitales a suciedad o impureza, pues si bien se encuentran próximos a ciertas vías expurgatorias, no lo son más que otra descuidada parte del cuerpo. Unas y otras cumplen además funciones muy saludables. La educación sexual consistirá sobre todo en dar elementos de respuesta a la precoz curiosidad de los niños. Los órganos deben nombrarse justamente cuando dicha curiosidad lo exija (pene, vagina, etc.), pues la verbalización lleva al conocimiento y dominio. Incluso, y si viene a cuento pues tampoco se trata de discursear cual loros listillos, han de integrarse las acepciones más coloquiales y vulgares y los diferentes ámbitos y circunstancias en los que se emplean o pueden ser empleadas. A ciertas partes de los genitales femeninos como la vulva, los labios mayores y menores, etc.; también se les llama “coño” o “chichi”, por ejemplo. O debe explicársele cuando la coyuntura lo requiera que la expresión “hacer el amor” tiene el correspondiente vocablo, coloquial más que vulgar, en “follar” (entre otras muchas), término éste polisémico y connotativo donde los haya que posteriormente podrá ser utilizado de diferentes formas, con diferentes intenciones y en diferentes contextos (por ejemplo, su uso como componente mórbido en las relaciones íntimas, o el despectivo “que te folle un pez”, etc). Todo esto el niño también debe saberlo de casa y no de la calle . Un discurso ambiguo, embrollado, contradictorio o siempre vulgarizado sobre el sexo desconcierta a los niños que no ignoran la importancia vital del tema, se sienten engañados y es entonces cuando empiezan a percibir el sexo con una gran carga tabú que a toda costa debe evitarse. Sin embargo tampoco es conveniente suprimir del todo la “carga tabú”, pues ésta envuelve el hecho de un cierto halo de misterio y morbo siempre muy deseable en las relaciones sexuales, pero de lo que en cualquier caso y en cualquier momento podamos hablar sin sonrojarnos más que un infernillo de antaño. Cuando a un niño se le responde de manera relajada y precisa nunca tendrá sentido de culpa y comprenderá que su curiosidad era legítima. Se evitará así también en gran medida desperdigar por el mundo a esa lacra de degenerados que lo son precisamente por no haberse seguido este tipo de pautas en su educación en general, la cual incluye la sexual. Y si las preguntas superan los conocimientos de los interrogados es antes más conveniente confesar la ignorancia que distorsionar o rehuir el discurso. ¿Por qué no hablar de sexo como de semáforos, o casi?. 

La educación sexual debe tener también un sitio en la escuela. Ésta debe reforzar el lenguaje adecuado y hacerlo común. Ella es la más indicada para dar una visión socio-cultural del incesto. Las clases mixtas, cargadas de tolerancia entre sexos y personas de opinión diferente (sin caer por mor de la falsa “igualdad” en el actual sexismo fantoche, de una estulticia a la que no se le conocen límites) fomentan enormemente una equilibrada educación sexual. Igualmente la existencia de monitores de ambos sexos, con visión complementaria e incluso contradictoria del problema son polos de identificación muy útiles. En las condiciones anteriores los niños aceptarán su cuerpo, su sexo, vivirán de acuerdo con él, respetarán el otro, no encontrarán en el placer culpa, etc. En definitiva, sentirán un gran equilibrio interior y un nivel de madurez integral propio de su edad, por supuesto, pero en verdad envidiable. ¿No es eso maravilloso? . 

Fin 
El mundo según el Diantre Malaquías 

28 febrero 2024

(₸X) Una aproximación al concepto de inteligencia


Justificación teórica

Cuando se habla de inteligencia se la supone formada por múltiples factores que la configuran y definen, pero al mismo tiempo -y debido a ello- dificultan enormemente una aproximación conceptual a la misma. Incluso se suscitan innumerables polémicas a favor o en contra de tal o cual concepción, porque con ninguna parecen estar todos de acuerdo. Tanto por prudencia como por rigor científico (la ciencia psicológica está todavía en pañales) no es mi pretensión saldar las disensiones. Sin embargo trataré de acercar a los lectores lo que yo, en función de varias teorías y de mis propias deducciones, entiendo por inteligencia.

En un primer acercamiento y con objeto de centrar el tema, se puede definir la inteligencia como una función que organiza la actividad del organismo sobre el entorno para utilizarlo, modificarlo y transformarlo, a fin de satisfacer necesidades del individuo. Destaco el vocablo “función”, pues la inteligencia no es algo que pueda focalizarse en un punto concreto, sino el resultado de complejas interacciones de todo el sistema nervioso, tanto para asegurarse la supervivencia, como una vida en equilibrio y digna. Así pues no debe asociarse la inteligencia a un órgano determinado, sino que debe entenderse como el ejercicio de uno o varios órganos. Y al hilo de clarificaciones, no obviaré una sobre la confusión entre los términos inteligencia y memoria. Ésta podrá considerarse un factor más de la inteligencia, sólo si contribuye a una mejor adaptación e integración en el medio. Por otra parte, un déficit de memoria es perfectamente suplible, ya sea a través de asociaciones, o con la utilización de cualquier otro método mnemotécnico. 

Dando un paso más en busca de una mayor precisión, se explicaría la inteligencia como la resultante de una infraestructura (dotación) biopsíquica, la cual permite afrontar las situaciones de adaptación e integración y, en definitiva, la satisfacción de las necesidades que le son propias. Cuando se concibe un nuevo ser o, más genéricamente, cuando surge una nueva célula puede decirse con toda garantía que ha nacido una nueva inteligencia. ¿Y por qué calificamos esa infraestructura de biopsíquica y no sencillamente de biológica?. La evolución del ser concebido, aun en estado intrauterino, depende de circunstancias de índole diversa y no sólo de carácter físico. En consecuencia no se puede hablar en exclusiva de vida (bios), sino de vida susceptible de ser modificada también en función de factores psíquicos. 

Vertientes de la inteligencia 

Según se deduce de lo hasta aquí expuesto, en el proceso de desarrollo intelectual deben considerarse como significativas dos vertientes, cuales son la biológica y la adaptativa, entendida esta última en su sentido más amplio, no únicamente social, pues puede tratarse -por ejemplo- de adaptación a un clima determinado. 

Respecto a la vertiente biológica, se ha de señalar en primer lugar la importancia que tiene el hecho que la nueva vida no venga ya marcada, bien por problemas de rango hereditario, bien por otro tipo de problemas que sin ser hereditarios afecten a la estructura de la célula. Pero también desde una perspectiva más propiamente extrauterina las células, el sistema nervioso en general, pueden verse influidos positiva o negativamente por factores de tipo físico y psíquico (dieta alimenticia, situación afectiva familiar, etc.). 

En cuanto al papel de la vertiente adaptativa en el desarrollo intelectual, indicaré que es -desde luego- inseparable de la anterior y tan importante como ella. Cuando al neonato se le separa la madre debe empezar, por su cuenta y a través de aproximaciones sucesivas, a explorar el espacio circundante. Pero si una vez tras otra se reprime esa actividad exploratoria, se está retardando el proceso de maduración nerviosa, que no es otra cosa que el proceso de desarrollo intelectual. También habrá de tratarse en este apartado sobre adaptación e integración en su significado sociabilizador (o socializador, en expresión técnica), pues el entorno social es otra realidad más que debe ser aceptada y por ello objeto del aprendizaje. 

Como ya se ha dicho en otras ocasiones, un medio social con trueque o quiebra en los sistemas de valores condena a los que en él se mueven a la marginación, cuando no pone en peligro la misma supervivencia. En la mente de los lectores interesados deben surgir una serie de interrogantes que procuraré desvelar y aclarar. ¿Es adaptación pensar y actuar como la sociedad marque?. Claro que no. Desde un punto de vista psicológico diríamos que es pensar y actuar para satisfacer las propias necesidades sin ser marcados y estigmatizados por la sociedad. ¿Tienen todos los inteligentes comportamientos socialmente adaptados?. Tampoco. El “ladrón de guante blanco” o el asesino refinado que han logrado burlar la presión social y viven a su antojo, evidentemente deben ser considerados inteligentes. No así aquéllos que reinciden en sus delitos para malvivir. Tarde o temprano les privarán de sus esporádicos y hasta fútiles y quiméricos placeres, y cualquier prisión les grabará para siempre los estigmas de la marginación. ¿Todos los inteligentes viven bien, según criterios sociales profusamente aceptados?. La respuesta es de igual modo negativa. Algunos, con rasgos muy especiales de personalidad y que practican una rigurosa selección de sus necesidades, no buscan ese tipo de integración social. Eso sí, disponen de unos depurados mecanismos de defensa y, en consecuencia, no suelen caer en una indiscriminada fiebre consumista, ni se turban por la posesión de más o menos bienes. Según esos mismos criterios, ¿todos los que viven bien son inteligentes?. Ca. Entre los agraciados por la vida y el destino los hay que saben actuar con inteligencia, los hay que mantienen sus prebendas por pura inercia y haylos que con sus actuaciones van al desastre (como dice un amigo mío, “a algunos les dejas la Coca-Cola y la arruinan”) e incluso a la “quiebra” psíquica. 

Medio familiar e inteligencia 

Las condiciones del medio familiar son absolutamente relevantes para el desarrollo intelectual. Tales condiciones deben considerarse desde el momento mismo de la concepción, pues a partir de ahí cualquier déficit en dicho medio repercutirá de modo negativo en las potenciales capacidades del -ya- nuevo ser. Siguiendo un orden cronológico empezaré por el embarazo, etapa en la que -por supuesto, más que nunca- conviene evitar riesgos que afecten a la salud de la madre y en consecuencia a la del feto (léase alcoholismo, drogadicción, tabaquismo, etc.). De igual modo debe saberse que los hijos de matrimonios consanguíneos, o los de matrimonios (o parejas) con antecedentes alcohólicos, o los nacidos de parejas en edad bien entrada y otros; corren un mayor riesgo de enfermedad o debilidad mental. La relación afectiva entre la pareja, el estado psíquico de cada uno de sus miembros, los disgustos, los “fantasmas”, las inseguridades, los miedos irracionales de la mujer encinta, etc.; son así mismo determinantes para la dotación intelectual del futuro individuo. 

El análisis anterior conduce a un segundo momento de la evolución, cual es la separación madre-hijo, a partir del cual los miedos e inseguridades antes citados se proyectan sobre el hijo, de forma más exacerbada si cabe que en la etapa anterior y en muchos casos se diría que hasta neuróticamente. El neonato debe ir aprendiendo a enfrentarse al mundo por sus propios medios, pero hay madres que por miedo a contaminaciones, a daños, o a no se sabe qué impiden constantemente que “su” niño explore el medio, que actúe de manera desinhibida sobre él, con lo que están interfiriendo en el proceso de dominio del mismo o, lo que es igual, en su desarrollo intelectual. El cuerpo necesita expandirse en el medio, con prudencia -eso sí- pero sin complejos y limitaciones impuestas del todo inadecuadas. 

En otro orden de cosas, el niño necesita ser muy querido. Entiendan bien, quiero decir equilibradamente querido. Tiene que ser él mismo y no lo que los padres quieren o no pudieron ser. Es individuo y está llamado a ser independiente, cuanto antes mejor. Debe ser educado no en una dinámica de caprichos, sino en una disciplina aunque firme no rígida y suave sin ser consentida (“duro con las espuelas y blando con las espigas”, en palabras de García Lorca, al que por cierto no dejan en paz ni muerto). Ha de competir sin complejos con sus iguales, debe ir sociabilizándose, se le debe educar para que sus problemas vaya aprendiendo a resolverlos con sus recursos y por sí mismo, y que no sea siempre la mamá superprotectora la que se los solucione. 

Falta reseñar el importantísimo papel del lenguaje en el desarrollo intelectual. Un lenguaje preciso, rico, variado en el medio próximo en el que se desenvuelve el niño favorece inmensamente -sí, inmensamente- la consecución de un alto nivel de capacidad intelectual. A falta de ello es un buen sustitutivo la lectura. Debe saberse también que la instrucción académica, la cultura, no sólo cualifica a la persona para ganarse la vida dignamente, sino que aumenta y posteriormente preserva la capacidad intelectual, con todas las ventajas que de ello se derivan. 

Fin 
El mundo según el Diantre Malaquías 

23 febrero 2024

CONSPIRENAICO (Quien conspira en el entorno de los Pirineos y a la contra de lo políticamente gilipollas)

REFLEXIÓN PARA UNA TEMPORADA 

A día 15/02/24 y después de cuanto estamos viendo y viviendo, muy y mucho más en concreto con la tragedia de los dos guardias civiles en el estrecho (aparte de múltiples felonías más), hemos de animar de modo particular a los INVESTIDOS DE SUPERIORIDAD MORAL (o "MORRAL") E INTELECTUAL (sobre todo ambas) a que las próximas elecciones vayan a votar y SIGAN VOTANDO A QUIENES FAVORECEN CON SUS POLÍTICAS LA COMISIÓN DE TALES HECHOS. Ánimo, HACED USO Y DEMOSTRARNOS EL ALTO NIVEL DE VUESTRO SENTIDO MORAL (o "MORRAL") E INTELIGENCIA, que unos POBRES GUARDIAS CIVILES CARECEN DE ENTIDAD INTELECTUAL para que nos ocupemos y preocupemos por ellos.
Ah, una nueva consideración: En tiempo y formas como los que a día de hoy transcurren, se suceden e imperan los PRESIDENTES DEL GOBIERNO no nombran ministros, NOMBRAN -literalmente- PARAPETOS (recuérdese quién está en Transportes o en Interior, o en Igual da, etc.). Y para remate, que no final, aparece ahora el tal Ábalos (diplomado en Educación Infantil en la especialidad de "Sacaúntos" y "El hombre del saco"), con su clan de los abalorios emperifollados. 

LA GRAN MENTIRA

Y se hizo el SILENCIO sobre la GRAN MENTIRA. Ay pueblo, pueblo, ¿por qué SENDA transitas y a qué DESTINO te encaminas?. Nubes negras acechan las pisadas en tu RUTA que ya parece sin remedio, como si no hubiera detrás una HISTORIA CIERTA que aprender. Pues no aprendemos, ni al parecer sabemos de estas historias.

NOTA EXPLICATIVA: En relación a la ilustración de este post tomada de mi archivo y allí conservada hace ya mucho tiempo, he de aclarar que ni de la imagen ni del texto ("Le recetaron paz a cualquier precio") soy yo el autor. La autoría corresponde según me informa mi confidente R.O.G. a una persona que tiene por uno de sus pseudónimos la Ratagris. 


LOS CUATRO MANTRAS, O EXCUSAS PARA NO PENSAR

Ciudadanos del mundo, no desgastéis vuestras neuronas y meninges de pensar que, de todos los males que asolan al planeta los culpables siempre han sido, son y siempre serán Aznar (o cualquiera de sus sucesores), el PP (en la actualidad puede alternarse con VOX), USA e Israel. He aquí la única y siniestra verdad universal. ¿Quiénes hablaban de “negacionismo”?. Y no, en ningún caso existen las equidistancias.


IGUALDAD SALARIAL EN EL FÚTBOL

Vamos a ver, fachitas discriminadores: Para entender mejor la igualdad salarial entre futbolistas y futbolistos se debe dejar de dar valor en bolsa a -un decir- chutes con una potencia de más vatios y julios (y agostos) en unos que en otras, más kilómetros recorridos por ellos que por ellas, mayor afluencia de público en competiciones de ellos que en competiciones de ellas, etc.; sino que deben considerarse VALORES MORALES tales como -otro decir- “mujeres, huy, pobrecillas ellas". Sin duda no concitan tanto público como las figuras masculinas del fútbol, pero por eso de la igualdad y sobre todo para que no se diga de ellos, pues van y les suben las acciones, a tanto (X) la acción; hasta irse igualando el salario de A. Putellas con el de L. Messi, el de A. Bonmatí con el de C. Ronaldo, el de J. Hermoso con el de Neymar y así sucesivamente hasta alcanzar esa igualdad. Valores morales en bolsa, catetos, valores morales, que no os enteráis de nada.

AUTOR DEL TEXTO: Nano Miguélez Castrillo. Ilustración "Guerrera", de María Díaz.

MANIFESTANTES DEL 8-10-23

Atención los potenciales manifestantes del 8-10-23 en BCN: Los más tolerantes, demócratas y antifascistas “urbi et orbi”, en particular los CDR (Cretinos Descerebrados Resentidos, ojo ricuras, que fascismo se escribe con “b” y tolerante con “h” intercalada) y grupos asimilables como TMB, etc.; harán todo lo que la onda expansiva de sus generosos corazones ponga al alcance de sus dinamitantes manos para entorpecer y hasta reventar la marcha si pueden (contra muchos no se atreverán) de los fachas y fascistones. Al loro.

AUTOR DEL TEXTO: Nano Miguélez Castrillo. Ilustración cedida generosamente.


LA NO DISCRIMINACIÓN MÁS DISCRIMINATORIA

Vamos a ver. Entonces cuando Alfonso Pérez dice que él gana menos dinero que Cristiano Ronaldo porque genera menos ingresos que éste y además se reafirma con la expresión "es lo que hay", ¿se está AUTODISCRIMINANDO A LA BAJA por ganar menos al suponérsele no tantas habilidades futboleras y caché que -en este caso- otros futbolistos de su mismo sexo, raza, credo -creo-, altura, corpulencia, etc.?. Vaya mundo de imbéciles que se nos viene encima sin remedio, por el amor de Dios (con perdón, vaya a ser).

AUTOR DEL TEXTO: Nano Miguélez Castrillo. Ilustración con caricaturas de futbolistas a mediados del siglo XX.


SABOTAJE

Ya pueden los TMB empezar a sabotear con todos los medios a su alcance y otros prestados los transportes metropolitanos, cercanías y demás para entorpecer todo lo que puedan y a ser posible más el normal desarrollo de la manifestación anunciada para el 8-10-23 por Societat Civil Catalana (SCC). A joderlos por fachas.

AUTOR DEL TEXTO: Nano Miguélez Castrillo. Ilustración con una pintura de un sobrino artista.


PAR DE FACHAS


He aquí dos fachitas luciendo bandera en la manifestación del 8-10-23 y además con orgullo, claro que sí. No soy muy amigo, más bien casi nada, de abanderamiento alguno, pero en este escrito me expongo como tal porque me encantará dar en los morros a quienes me vayan a juzgar por esta fotografía, que habrá quien lo haga, eso fijo; a quienes también reto a que algún día me expliquen cara a cara qué significa eso de ser de extrema derecha sólo por comulgar (con perdón) y también sentirnos orgullosos (con perdón) de la actual constitución española (la del 78, no la que van dejando de tanto roto como descosido), la cual de tan progresista hasta permite formar gobiernos con despiadados enemigos de la misma. Una constitución así no la haría ningún bloque “pogresista” (que está bien escrito, leñes).

Mi amigo de la foto es Manolo que, en lugar de haber llegado a Director General de Telefónica como bien pudo ser (bueno, quizá exagero un poco, pero capaz lo era), de hacer la calle (con perdón) envuelto en cables me lo pasaron a oficinas como empleado muy cualificado. Este hecho con reconocimiento incluido no le hizo ninguna gracia y muy disgustado porque lo suyo era la calle (con perdón) pilló tal cabreo que él mismo se apodó con sorna y ya de por vida como El Oficino. De entonces para acá se generalizó el apelativo completo de Manolo El Oficino, gran persona y casi tan buen maratoniano. Manolo, amigo, en este blog tienes un refugio ideológico y -por supuesto- también afectivo al que acudir. Un abrazo, amigo.

P.D. No voy a entrar en polémicas sobre el número de manifestantes, que sin duda fuimos muchos, pero eso da lo mismo porque a este carroñero que parecer ser que nos gobierna le da igual ocho que ochenta. 
 
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